Saturday, December 22, 2007

Incluso en estos tiempos


En cama, vacuo, inútil,
Enfermo, innecesario.
La luz de la lámpara de noche proyecta mi sombra en el techo,
Lánguida y empobrecida.
Con una sorna cruel en la boca,
Me mira.
Burlona, hacia abajo,
Resbala por las paredes,
Chorrea hacia el suelo,
Repta por las sábanas
Hasta tocarme los pies.
Fría como un témpano
Negra como el ébano.
Como el luto.
Dispuesta a abrazarme y acurrucarme
Como a un niño perdido.
No protestaré.

Rápidos anhelos, saltando en la superficie de mi memoria
Como un pez buscando oxigeno en un lodazal,
Ahogando mí aliento
Con la ansiedad del que lucha por respirar,
Por vivir.
Escapan de mis manos,
Escurridizos,
Para perderse buceando en profundidad abismal.
Nítidos y resplandecientes
Como escamas de sirena,
Veo cada uno de los sucesos
Que han de quedar en suspiros.
No soñaré.

Perdido, disipado,
Sudo cada gota de cualquier cosa
Parecida a un alma,
Hasta quedar hueco por dentro.
Carcomido

Por esas enfermedades del corazón
Que no matan nunca,
Pero que te mantienen enfermo siempre.


Dilatan mis venas con bilis,
Insuflan mis pulmones con humo,
Secan mis heridas con sal.
No quejaré.

Escocido, sucio,
Deshonra mi conciencia
Todo lo que le robé
A la lógica.
Cínico,
como un huérfano
Mira las luces del árbol
En un hospicio.
No celebraré.



La navidad está pintada
De rojo.
Rojo corazón que gotea.
Rojo puta.
Rojo ausencia.



Rojo sangre.





La semana que viene tengo intención de colaborar en actividades humanitarias. Estos días pueden llegar a ser muy cabrones para mucha gente mientras nosotros nos ponemos hasta el culo de marisco, champagne, regalos, etc. Por mi parte, y en la medida de lo posible, me daré más que nada a los desahuciados del alma. A los que, y perdonen mi atrevimiento y estas letras tan pobres, se puedan sentir identificados con lo que habéis leído.


[Pórtense bien y disfruten. Besos y abrazos a Pau, Maik, Johny, Calma, Eritia, Tremendo, Malú, J, Iralow, Ana, Lol V. Stein, la anónima ;), Marta y a quien pase por aquí. Mis mejores deseos a todos.]


Hacia Belén va este borrico rin… rin…




Felices Fiestas.

Saturday, December 08, 2007

Buscando el sentido

La misión de cada uno de nosotros,
Sobrevivir por encima del resto de las cosas.
Crear una burbuja de oxígeno respirable
Pagando cada uno su precio.
Las pautas del juego son fáciles de aprender. De cajón.
Casi me atrevería a decir que de sentido común.
El que desafía es eliminado.
Sólo continúa el sumiso.
Como si compras un mueble en Ikea,
La vida incorpora un manual de instrucciones
Para su óptimo funcionamiento.
Pero sin atención al cliente.
Todos buscando el arquetipo del progreso
Pero ¿dónde quedan las ideas?


Cenicientas en un mundo de príncipes bastardos
Comiéndose a los ratones y a la calabaza.
El que va en carroza es porque puede.


Bajo este cielo que nos vigila estrechamente
Como un hombre a su más fiel amante mientras duerme,
Este cielo avaricioso, cruel,
Sobre esta tierra manchada con sangre
Como la cama de un hospital clandestino,
Vamos clavando espinas,
Tejiendo el hambre,
Abonando rencores,
Despertando fantasmas,
Pisando sueños,
Perdiendo ilusiones,
Ahogando esperanzas,
Aflorando temores.


Si todos tenemos una meta,
Esa es averiguar el verdadero significado
[de las palabras.]




Quizá apostar por esta meta inalcanzable sin temer la posible condena. Forjar un camino por el que no sientas vértigo cuando las sendas sean profundas. Tu nombre, bandera de guerrero que combate sin armadura ni escudo, alzada sobre la exposición perenne al bien y al mal, a lo incierto y difícil de nuestras vidas. Que en el campo de batalla tu perfume taladre mi alma, parta las cosas que toque, envuelva mi boca hacia la eternidad de tu cuerpo…y por ti y tu ejército de infantes…obtendré la victoria.


Puede que tejer tus días, cuando emergen como una isla del océano de tus lágrimas, lluvia lisa que cierra tus ojos sin querer, deseando saber, oler y tocar, manchándome los dedos con la luz de tus mañanas. Tender la madeja que destierre las afectaciones alcohólicas del alma, sembrando el yermo corazón con semillas de ilusión, terreno de cultivo dónde ha de germinar tu esperanza. Que tus labios besen estas manos dispuestas a sudar con sangre por dar de beber tu sed, alimentar necesidades, abrigar sus sueños y cada cicatriz…será un suave recuerdo.


A lo mejor soplar el humo que oscurece tu mente, disipándolo con la brisa de un futuro dónde no queden sólo atardeceres manchados por la agonía del sol. Sostener cada escalón cuando subas, que tu miedo no agregue inseguridad a tus espaldas. Afianzarte cuando tropiezas con los que lo saben todo y tú te miras hacia dentro y sólo escuchas dudas, preguntas sin respuesta. Ir más allá de noches locas, incendiadas a mordiscos, pasiones fugaces fáciles de aceptar y que acaban llegando a orillas desiertas de responsabilidad y verdadera valentía.


O pensar que nunca hay quita, sino ven.
Que me quites la camisa y yo a ti el sostén. Que si el día acaba viéndote sonreír, al resto “que le den”.

¿Será algo eso? ¿Será todo eso?


Si tengo que elegir me quedo con dos de entre todas. No hay más revelación por descubrir que el significado de la más difícil, porque sólo contigo sería capaz de conocerla. ¿Qué significa amor?

Sólo sé que eres la atmósfera que necesito para sacar el jugo de las dos palabras que ocupan mi diccionario: la otra…nosotros. Sólo sé que tú, mi ángel perdido, eres el fuego que alimenta esta ambición desesperada por todo, siempre eres y serás la verdad de mí ser en cuerpo y alma.

Gritaría un Hallelujah por cada noche…A tu lado.

Y si con el paso del tiempo me descubro maldito, al menos te habré dejado claro que hubiese corrido cualquier riesgo con tal de haberte(nos) amado.


Para quien lucirá en mi antebrazo.

Sunday, December 02, 2007

Nuestra primera combustión






En pie, veo su cuerpo desnudo, de piel tostada, tembloroso. Ante mí. Lleno de deseo. Dispuesto a dejarse lamer, humedecer, pellizcar, morder, acariciar. Dispuesto a entregarse a mi esta noche. Dispuesto a hacer de esta noche una noche memorable. Como un quinto el día antes de partir al servicio militar. Descontrolado.

Y ella, complacida por mi mirada, dice: “Te toca a ti”.

Y seguimos el juego que no habíamos planeado. El de ir descubriéndonos por turnos mientras el otro mira. Me desabrocho la camisa despacio, haciendo la pausa justa entre botón y botón. Descubriendo mí pecho para ella sin prisas hasta que la camisa cae al suelo. Sonrío.

Ella, dice: “Más, quiero más”. Ella juega.

Y deslizo el cinturón alrededor de mi cintura dejando el botón del jean que llevo puesto ante sus ojos. Alguien debe haber dado el disparo de salida porque ella se incorpora de la cama y comienza a acercarse. No hace falta pararse mucho a pensar para saber que son sus manos las que han de igualar el marcador. Dejo que actúe a su antojo cada vez más excitado, cada vez con el pene más grande. Sus pechos tiemblan a la media luz de la lámpara de mesa. Y en pocos segundos, casi sin darme cuenta, siento su mano alrededor. Empieza a besarla por los lados mientras con un dedo me acaricia los testículos. Doy de sí todo lo que puedo y es en ese momento cuando se la mete en la boca. Al principio cubriendo toda su longitud, apenas rozando. Después hasta la mitad, pero prestando especial atención en la punta, que enrosca con la lengua para, acto seguido, lamer de abajo a arriba. Unos minutos así, mirándome a los ojos ardiendo de ganas. Y cuando estoy preparado la sujeto y la levanto pegando el pene a su entrepierna, rodeando su cintura con los brazos.

Empezamos a comernos la boca como si nos fuésemos a morir de sed. ¿Sabes la desazón de un niño cuando le empiezan a salir los dientes? ¿Cuándo aprieta las mandíbulas para aliviarse la sensación? Así estamos, desesperados por lamernos. Muerdo su cuello, muerdo el lóbulo de su oreja y ella gime. Ella se moja, me aprieta del culo contra sí. Mi sexo roza su vello púbico, rizado y perfectamente afeitado. Bajo los labios por su garganta, entre sus pechos y le empiezo a comer los pezones. Lentamente. El olor de su perfume se me mete en la sien mezclado con las endorfinas que libera su piel hecha manantial. Quiero comérselo, hacer que se corra con mi lengua lamiendo el clítoris, cada pliegue, cada centímetro de piel rosada. Cuando se lo beso arquea la espalda y me agarra del pelo con fuerza. Tan excitada que no tarda en llegar. Tan excitado que no puedo parar de pasar mi lengua por todo el espacio entre sus piernas. Se lo hace con mi boca pegada.


Sin perder tiempo, con movimientos tan precisos como los de una coreografía de ballet, queda tumbada en la cama conmigo encima. Húmedos y palpitando. Nuestras bocas quedan imantadas y no paran de abrirse, una pegada a la otra. Saltan chispas de nuestras lenguas al entrelazarse en besos tan lujuriosos y calientes que abrirían de nuevo las llagas de Cristo. Mi glande toca su sexo, cada vez más mojado por el flujo de su vagina. Nos miramos a los ojos y la penetro. Lentamente, abriéndome camino hacia su interior, descubriéndonos y adaptándonos el uno al otro. Soltamos débiles gemidos antes de derretirnos de gusto. Vuelvo a salir de ella. Vuelvo a hundirme en ella. Aprieto, aflojo. Sudamos, nos mojamos, nos ensalivamos. Subimos la cadencia y entre gemidos me dice:

“Por fin. Fóllame, fóllame hasta que no podamos más”.

Lo hacemos primero conmigo encima, pero estamos tan excitados, nos está gustando tanto, que no tardamos en invertir posiciones. Y soy yo el que queda debajo, con ella trepando por mis piernas hasta que llega a mi cintura y sujetándomela con la mano se la mete dentro. Es la esfinge mejor tallada que el hombre ha visto. No tarda en quedar en posición y empezar a mover el culo adelante y atrás. La tengo más dura que nunca, ella lo nota, apoya las manos en mi pecho y sin prestarme atención cabalga hasta el orgasmo. Por el grito que lanza al aire ha debido ser fabuloso. Después va dejando de moverse poco a poco hasta quedar inmóvil clavada en mi. Pasa una mano por detrás y desmonta. Cuando ve que pierdo un poco de erección vuelve a besarla, pero esta vez baja un poco más con la lengua dándole calor y humedad a cada poro de piel que encuentra a su paso.

Estoy a punto de reventar. La coloco con las rodillas y los codos apoyados en el colchón y quedo a su espalda. Es la primera vez que hago esto, pienso, cuando la empiezo a comer por detrás. No necesita lubricante, yo tampoco, y queremos dárnoslo todo. Me incorporo un poco, la agarro con fuerza de las caderas y se la meto así hasta llenarla de mí, hasta lo más profundo de su cuerpo. Tenemos la cabeza en una nube y follamos en esa posición un buen rato. Tan cachondos que no hace falta mirarnos para saber lo que queremos en cada momento. Fuera de sí. Fiebre en el cuerpo.

A mis oídos llega un “me corro” tan caliente que hace que acelere aún más y le agarre del culo con fuerza. Busco su clítoris con los dedos y lo acaricio con suavidad a la vez. Yo también estoy a punto. Justo al mismo tiempo me vacío dentro de ella. Mientras dura la eyaculación me echo sobre su espalda que queda empapada por el sudor de mi pecho y las pequeñas gotas que caen de mi cuello. Es el cielo lo que hemos tocado. La saco despacio y nos derrumbamos sobre las sábanas blancas sin sentirnos las piernas. Ella no se lo cree cuando me acerco, nos miramos sin aliento, con la cara colorada y siente ganas de abrazarme. Y después de limpiarnos un poco nos abrazamos sabiendo que no vamos a poder dormir en toda la noche. Que queremos estar así, rodeándonos con los brazos hasta el día del juicio. Es lo que nos quedaba y queremos volver a hacerlo mil veces más. Sólo una tregua hasta el próximo asalto. Tenemos todo el ring patas arriba.

Tan a gusto con nosotros mismos que no hace falta decir nada. No es un momento post coital violento, no hay ganas de salir por la puerta. Ni de dar excusas de ningún tipo para largarse. Sólo abrazos y besos suaves y suspiros y temblor de piernas y miradas cómplices y sonrisas enormes y le digo:

“Venga, a por el tópico”.

Y enciendo un cigarrillo para compartirlo con ella. Se lo paso y le da una calada soltando el humo después. Me lo pasa y hago lo mismo.

“Es uno de los mejores…cigarrillos de mi vida”- le digo.

Porque quiero hacerla reír. Como siempre. Es de lo que tengo ganas ahora mismo, justo después de haberle entregado, no mi semen, sino una parte enorme de mi corazón y alma, quiero hacerla reír.

Y sonriendo se da la vuelta para acercar el cenicero. Observo con ansiedad creciente su espalda morena y se me escapa:


“Podría estar horas haciéndote el amor antes de follarnos, cielo”.

Se gira con fuego en los ojos.


“Vamos”.

Si el porno fuese tatuarse, nos volvemos a tatuar la palabra amor en la piel.


Con los dientes apretados.

Su majestad

Dejo el poema que leísteis hace unas semanas,pero esta vez acompañado de la música de Chi-do.
Compañero,amigo,músico y sobre todo una de esas personas que arriesgan por y para el arte.Estoy convencido de que su proyecto de poesía y música tendrá éxito y reconocimiento por parte de la gente,tanto como el resto de anónimos que han colaborado en él,como yo lo hice en su momento.Y es que da gusto encontrarse con personas así y comprobar una vez más que el arte no hay por qué buscarlo dentro de un museo o en una casa discográfica.Chi-do autoedita sus discos,se compromete a hacernos más llevaderos los días,ofrece lo que hace de forma desinteresada y tiende la mano a cualquiera que tenga algo que decir.Cuando cabezas y almas como estas se encuentran el resultado suele ser de lo más interesante.

Desde aquí mi felicitación para él.Ánimo,gracias y a por todas.Mi respeto,admiración y reconocimiento ya los tiene.Por mi parte,un honor que lo seleccionara y lo pusiese en un marco perfecto.Lo que quieras,pídelo amigo.

Ya me direis.

Un abrazo a todos.




Subscribe Free
Add to my Page