Thursday, June 29, 2006

Fin de temporada: A la humanidad

El dia que intenté soñar, mis zapatos siguieron el eco que dejan vuestras canciones. Destrocé a golpes mi incredulidad hasta reducirla a astillas. Quemé el rígido diván donde siniestro me tumbo. Ese día deseé volver a estar con vosotros. A hacer de vuestras bocas una sola y comérmela a lentos y húmedos mordiscos. Soñé que me abrazabais con calidez. Que me deseabais con la devoción que el naufrago desea ver como el viento arrastra unas velas lejanas en el crepúsculo.

El día que intenté soñar, ya no había títeres ni cuerdas irrompibles en el mundo. Ya no olíais a miedo, ni me sabíais a rencor, ni a insatisfacción. Ya no sudabais lejanía ni respirabais con temor. No había abandono en vuestros ojos ni anhelos de volver al pasado para cambiar el rumbo del timón, retomando el camino que no os atrevisteis a recorrer. Ya no erais asesinos de múltiples sentimientos. No os quemaba el sol ni os helaba ningún invierno eterno. Os lamíais unos a otros las heridas, y yo las lamía todas.

El día que intenté soñar, vuestros orgasmos no eran fingidos ni había camas de sólo uno. Erais seres apasionados, ejercito de almas invencibles. Acompasabais el latido de un único corazón. Actuabais en circos con números imposibles. No conocíais a Doña Angustia ni a Don Olvido. Reprimir no era palabra válida y erais capaces de pedir y dar perdón. Ese día, no había cotas suficientemente altas ni descensos abismales. Nadie poseía a nadie.

El día que intenté soñar, las tormentas eran pasajeras y nunca os nevaba. Los “otros” eran los “vuestros”. Vuestros hijos eran los míos y se limitaban a crecer sin que nadie les cerrase el paso, sin aduanas, sin peajes. Las flores siempre tenían polen que ir a recoger. Las cosechas no eran de hielo. Tronaban trompetas con notas no escuchadas antes. Ese día me amabais y yo os amaba. Ya no os masturbabais mientras me dabais de comer. Me enseñabais y os aprendía. Los cajones no estaban revueltos ni la ropa interior que os tapa las vergüenzas estaba sucia.

El día que intenté soñar, los libros eran los besos y los profesores me hacían el amor. Ese día, el carmín de vuestros labios era el único color…el cariño, el perfume de vuestro cuello…y el deseo de vuestros cuerpos…el sabor.

***


Mientras estoy en vela este verano, seguiré soñando. A veces necesito hacerlo para creerme que, una noche de estas, dejará de sonar el despertador y podré habitar el mundo.

Yo contigo, tú conmigo y que el cielo se postre a nuestros pies.

Maik Pimienta, amigo desde el comienzo y boca que no me canso de oir. Genio y figura.

Johnymepeino, bucanero que me enseña a abordar los barcos del mar en el que navegamos todos. Maestro siempre.

Malenita, la Gata, que me saca los colores más primigenios al compartir en la lejanía sus tejados porteños llenos de “tanto”. Bailaremos un tango, querida.

Y a los demás, ellas y ellos, se aprietan las paredes de mi cuarto cada vez que os arrimáis.

Os sueño lo mejor a todos. Vuelvo pronto.

Wednesday, June 28, 2006

Te quiero

Que me sabes cínico incurable, que sabes como romper mis trincheras, que cuando mis huesos han sido témpanos has acercado la lumbre de tu sonrisa fundiendo en un abrazo mis negativas a dejarme querer. Que sabes que no habría herida que mi cuerpo no aguantase por seguir la estela de tus pies. Que deshaces los nudos de mi melancolía cuando no hay sol que me caliente. Que consientes que no consienta. Que por ti me visto de grana y oro dispuesto a torear con los ojos vendados en cualquier plaza a donde vayas. Que me espetas “descarado e incauto, con la vida”, que me reprochas no hacerte participe de mis penas y sí de mis alegrías. Que cuando ella se ha ido tú has estado arrastrándome por la pechera. Que no aguantaste verme muñeco de trapo. Que me alimentaste cuando sólo había cenizas y asco en mi boca, que cosiste mi piel cuando estaba en carne viva y supiste hacerlo sin levantarme un “ay”. Que intentas que recupere la fe que nunca he tenido.

A ti. Por ti.

Que me dan ganas de arrancarle la piel a tiras a cualquiera que te intente hacer sufrir. Que me haces agradecerle hasta morirme después de casi un año de estar sin él, que te impusiese en mi camino. Que me dan a elegir la enfermedad si con ello brillan tus ojos, y saco arrestos de Titán, gustoso, para sufrirlas todas. Que aguantas mis mil impertinencias y desvaríos sin preguntar una sola vez. Que soy fuerte en mi debilidad para pedirle cuentas a la mujer del tiempo si dice que te va a llover. Que pasaría cien años en el infierno por verte mirar el cielo. Que me quedo sin tinta en la piel por verte escribir cada capítulo del guión que compartimos. Que me quedo mudo por verte hablar. Que no hay esquina en la que, por tu gloria, no me dejase empalar.

Para ti.

Que me haces ver luz donde no hay sino oscuridad. Que haces que me tiemblen las entrañas cuando tú me lo dices y yo no te lo sé decir. Que llevas razón en tu “Nunca sobra decirlo”. Que haces que jamás desfallezca. Que en este caso soy yo la debilidad y tú la fortaleza. Que sabes afinarme y tocar la tecla. Que me sonrojas con tus diestros disparos al corazón. Que cuando me voy a otras partes te llevo en mi maleta. Que necesito que estés en mis conclusiones para creerlas certeras.

Y…

Por tantas otras cosas que ni siquiera me atrevo a decir. Necesitaría todas las eternidades del mundo para hacerlo y daros las gracias.

No hay tejado en el que no maullase por ti, cachito de mi luna llena.

Sabes como soy. Los dos lo sabéis. Y en mi valentía sabéis otras cosas. Como que tengo palabras para casi todo, pero que se me seca la boca (y sabéis por qué y lo que me cuesta) cuando os intento decir lo que os estoy diciendo. O quizá ya lo haya dicho todo, en cualquier caso, que sí, que os…

A C. María y Alberto, mis hermanos.

Sunday, June 25, 2006

Despecho

Quiero que sepas que ya me esperaba que esto ocurriera y que no pasa nada, que solo me da la razón.
Y que he estado aprendiendo de cada momento que he estado contigo. Y pienso aplicar contra mis enemigos, tus tácticas sucias de acoso y derribo.
Que también he sacado algo bueno de todo este enredo. Y quiero que sepas que espero que acabes colgando de un pino.
Cuando veas lo Imbécil que has sido, cuando veas que lo has hecho fatal.
Y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo. El infierno es lo mas parecido, te pareces un poco a Satán.
Quiero que sepas que me he acostumbrado a tus putas escenas de "ahora me largo".
Lárgate ya de verdad que seria una suerte si no vuelvo a verte en los próximos años.
Por mí que podías tirarte de un tajo, que ya lo que hagas me trae sin cuidado,
si me pongo a pensarlo un momento creo que lo prefiero, así que ya sabes que espero que acabes pegándote un tiro.
Cuando veas lo imbécil que has sido, cuando veas que lo has hecho fatal.
Y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo, que por poco no acabas conmigo, pero soy difícil de matar.
Y que quiero que sepas que ha sido un infierno estando contigo, que el infierno no es tanto castigo, te pareces bastante a Satán.

Letra de "Pesadilla en el parque de atracciones" del disco de Los Planetas "Encuentros con entidades".

Aún no se como meter música en el blog,pero os dejo la canción aquí.

Dedicada a todos los despechados/as que andais por la red.

Saturday, June 24, 2006

Mandato Divino (Si es que...no paran)


Y el mundo, un día, reventó por los cuatro costados, bueno por los dos radios (que hacen el diámetro) porque el mundo antes de que fuese reducido a una cama en la que sólo quedaron la Jolie y un servidor, era enorme y circular, o eso decían.

Dios: …Es que, man, nos lo pusieron a huevo.

Chaplin: Ya le digo. ¡Oh, Omnipotente!

Dios: Aunque menuda liasteis en España.

Chaplin: ¡Fariseos!

Dios: Y tanto, lo vi por una de tus cadenas. Un tal…¿Urdaci? Sí, ese. Santo varón.

Chaplin: Una pena, nunca superó lo de Leticia – mirando a ambos lados, cual espía que no quiere ser descubierto- Entre Mi Ilustre e Imperecedero Redentor y yo…no le convenía. Que mi Alfredito era todo un señor y a esa no le iba nada más que la pasta gansa.

Dios: Entiendo – rascándose la cabeza (sin plátano, aún).

Chaplin: Pero vamos, que fueron los cuatro gilipollas de siempre, si Mi Inmortal Divinidad me permite: Actores, músicos, escritores, periodistas, artistas, blogguers…gente sin importancia ninguna.

Dios: Permito. ¡La leche! ¿Y tantos millones de ellos teníais? Porque en la calle había tela…

Chaplin: Esto…no, también había gente corriente, pero ya sabe Mi Reverendísimo Padre, la calle a según que horas es como la tele, que engorda. Y claro, algunos listillos y aprovechados se beneficiaron de eso a la hora de dar números.

Dios: Nunca me han gustado los números, nunca he podido con ellos.

Chaplin: Yo tampoco. ¡Oh, Guardián del Bien! Tampoco nos hicieron falta.

Dios: Pues sí. Vaya, vaya, vaya…y aquí estamos ahora. Tan ricamente.

Chaplin: Lástima lo de las cabezas nucleares, se estaba la mar de bien allí abajo antes de mandarlo todo a…antes de que Mi Señor dispusiera usarlas con todo el criterio del mundo – con nostalgia- ¿Verdad? ¡Oh, Pastor de Almas Incorruptas!

Dios: Sí, hijo sí. Cosas que pasan. El caso es que ni me acuerdo por qué lo hicimos, tengo tantas cosas en la cabeza: que si vetar la entrada a los excomulgados como la Sarandon, que si montar a lomos de Blair por el Rancho del Edén – como disfruta haciendo cabriolas el jodío, qué rico es-, que si negociar con los de abajo el precio del fuel para las calderas, que si las comparecencias en la Santa Sede de Nuestra Señora del Fusil Reglamentario, que si ahora le echo un ojo a este y luego al otro…

Chaplin: Y aún así, Mi Excelso Custodio, saca tiempo para todos. ¡Alabado seáis!

Dios: Responsabilidad y dedicación, Josema, como siempre.

Chaplin: Ciertamente. Nunca le agradeceré, a Mi Justiciero Señor que Todo lo Puede, la deferencia de aceptarme como Secretario Divino. ¿Os habéis enterado de la última? Dicen las malas lenguas que los que estaban aquí antes que nosotros siguen sin ver con bueno ojos lo que ellos llaman invasión sin sentido. Se rumorea que están preparando un par de nubes para estrellarlas contra…

Dios: No me jodas, Josema…

Chaplin: (Qué más quisiera. ¡Oh, Su Excelsa y Única Verdad!)

Dios: Otra vez no. ¿Todavía están con esas? ¡Cuántos Círculos divinos de treinta metros cuadrados quieren!

Chaplin: No lo sé, ¡Oráculo y Confesor en las Alturas!

Dios: Nunca va a pasar este tema de moda o qué, que pesaditos, total por nada que hacemos…si es por su bien, me duele a mi más que a ellos…y además…

Rinnnnnnnnngggggggggggggggggggggggggggggggggg!

Chaplin: ¡Síiiii, las cinco de la tarde!

Dios: Ay, bigotín, no me pasas una. Venga, que te lo mereces por darme aviso, anda.

Chaplin: ¿Quiere, Mi Sagrado y Penitente Benefactor, vaselina hoy?

Dios: No te preocupes, que ya me lo trabajo yo, man, tú ve poniendo el culo.

Chaplin: Si es que se está aquí de rechupete.

Seguirá, me temo.

De hombres debilitados.


Ahora, que es otro gondolero el que te besa en los Canales.

Ahora, que dice la canción: “la distancia es el olvido”.

Ahora que no son tuyos mis coitos ni míos tus gemidos.

Que de puta confidente pasas a Señora, con anillos.

Que amanezco tormenta. Que está en rojo el semáforo del “ven conmigo”.

Ahora que mis luces son de neón y agrio el vino.

Que me dicen que no hay nada como revolcarse en la miseria de uno mismo.

Ahora que las balas sí son una opción.

Ahora que, chulapa, te pones el mundo por montera y me río de mi mismo.

Que no eres mi mamasita ni yo tu papasito. Ahora que alcanzo el delirio.

Ahora que debo más que pago en la cuenta del casino.

Que todos mis pecados viajan conmigo. Ahora que equivoco el camino.

Ahora que el predicador me da a elegir: “Niño, o San Pedro o San Martirio”.

Ahora que ya no tendremos cachorros albinos.

Que no hay madre que nos parió ni cachondos nos reímos.

Ahora que te miro cuando no estás conmigo. Que me mata volver al barrio donde antes nos veíamos…

Ahora que, imbecil de mi, te escribo…

Ahora que eres preciosa hasta en tu forma de mentir…

Ahora, bajo al bar y a solas, brindo contigo.

Wednesday, June 21, 2006

Patente de Corso

Si tuviese mi propia máquina del tiempo mi existencia pasaría de viaje en viaje por todas las épocas imaginables. Me probaría decenas de trajes, viviría al límite con cada antifaz que me pusiese. Digamos, que me regodearía en cada sensación. Beberlas a litros, embriagarme, pasar la resaca y paladear en el cielo de la boca cada pequeño resquicio, cada poso, que dejasen. Eso haría.

Y, sin lugar a dudas, cuando hubiese aplacado la sed, me pararía para siempre en los locos años veinte. Me compraría el traje más caro y el sombrero de ala más ancha. Viviría de cualquier trapicheo que me saliese. Dormiría de día, marcarían mis andanzas los clubs nocturnos. No habría ley lo suficientemente seca que me impidiese brindar por cada latido a golpe de Jazz. Sería ese personaje de pasado desconocido y mirada vidriosa y perdida del fondo de la barra. El que las conoce a todas, el que invita a una copa, el que dijese “Hoy no, nena. Toma, a esta invito yo” y se iría como un gato por los tejados tras dejar unas monedas sobre la mesa. Ese cabrón encantador que sólo frena cuando necesita dormir en un destartalado cuarto de pensión inmunda del que debería varios meses de alquiler. Apostaría a las carreras, pediría préstamos para los que no podría rendir cuentas. Me amenazarían semana tras semana y cada vez que despuntase el alba pensaría: “Qué poco te queda, amigo”.

Y también te buscaría a ti. La mujer prohibida de la ciudad. La chica del gangster.

La de la mirada capaz de llevar a la perdición a cualquier idiota que intentase quisiera rozarle la mano en un saludo. Buscaría con ahínco, jugándome la vida, cualquier instante en el que hablarte a solas en las fiestas. Perdería el orgullo mil veces con tus negativas a abandonar al pez gordo de la costa oeste del país con mis patéticas promesas de estar siempre juntos más allá del lujo al que estás acostumbrada. Pondría mi pellejo a un solo chasquido de tus dedos pidiéndote que nos escapásemos juntos. Y tú, que estarías por encima de todo, que habrías acostumbrado tus labios a mandar al diablo a perdedores como yo, te reirías en mi cara. Altiva, te las sabrías todas. Trasnochadora, serias la más bella. Peligrosa, matarías almas en cada parpadeo. Elegante, serías la envidia de ellas. Seductora, volverías locos a ellos. Pondrías en pie de guerra a la ciudad entera por verte sujetar de esa forma sugerente un cigarrillo con filtro, por ver como te quitas uno de tus guantes incitando a matar a tiros a cualquiera que te mirase. No habría escondite oscuro en mi cabeza donde esconderme del recuerdo del azabache de tu pelo, de la tersura de tu cuello, del grosor irrechazable de tus labios.

Me engañaría al pensar que sería capaz de maldecirte, de injuriarte, de condenarte al ostracismo lejos de mí. Me engañaría, sí. Porque rápidamente volvería a subir en mi máquina del tiempo rumbo a otra época. A una en la que los hombres llevarían parches en un ojo, una época de tesoros, de cañones y tráfico de ron. Época de doblones de oro. Pero no cogería ni uno solo de ellos, me limitaría a buscar por los siete mares la Patente de Corso que me permitiese volver a esos locos años, a ti, para poder abordarte sabiendo que sólo tendrías una respuesta para mí: Sí.

Para ti (sin pensar en pillajes), que no me caes mal del todo, y que en estos últimos dias me has hecho querer ser inventor de máquinas del tiempo.No digas nada,no,no,shhhhh...

Tuesday, June 20, 2006

Quisiera ser...

Buda, Mahoma, Nazareno. Tu Calvario, tu Cruz. La Guerra Santa de tus Santos Días. El Madero que te ancle, los clavos que te duelan. La religión de tus noches, el opio que te atonte.

Chulo, golfo, chaval o caballero. Canalla consumado. Toro Salvaje que te embista, galgo que te corra, perro viejo que te ladre. Santa Compaña de tu cuerpo, campana repicando en tus horas.

Cajón desastre. El calado de tu boina francesa, la puntilla de tu sostén, lo corto de tu falda. Abrigo que te arrope, paraguas de tus lluvias, toalla de tus duchas. Las negras medias que rozan tus nalgas morenas. Coletero en tus coletas.

Tus “sies” y “noes”. La prisa en tu reloj, tu pérdida de tiempo. Tu, “fóllame más fuerte, amor”. El código oculto de los ojos que abren tus piernas. Lo viperino de tu lengua, tu savia, tu hiel, el panal de tu miel.

Borrón en tu óleo, canción inacabada, versículo en tu Biblia. Escrito maldito de tu Santa Inquisición. El porno de tus películas de amor. Dorian Grey de tus pecados. Tus 400 Golpes, tu François Truffaut. El sabor en tu copa de ron.

Cigarrillo a medias en tu cenicero. Tacones de tu desprecio. Cuero de tus guantes, látigo en tu mano. Cubanito en tu deseo. Farolillo de tu Feria. Dolorosa en tu semana. Jesusito de tu vida. Cofradía que te siga. Tren parado de tu vía.

Rock Star acabado, poeta amargado, filósofo fracasado. Presidente de tu Estado, juez de tu juzgado, memoria en tu pasado…

Pero ante todo, cielito lindo con lunar en la boca, quiero SER.

Monday, June 19, 2006

Hoy anochezco Tango


Guapos son héroes o criminales.

Otros sueñan con coraje. Un guapo no busca pelea ni pasiones peligrosas, pero tampoco nunca se arruga. Es un anacronismo. Buenos Aires ha cambiado y estos ya no son tiempos heroicos, ni los ladrones hablan de honor.

Los escenarios donde alguna vez actuó su vida – los comités- donde los caudillos del barrio manaban; los boliches, donde uno podía encontrar caña barata y un buen partido de truco; los prostíbulos empapelados de rojo y dorado han desaparecido o están muertos, muriendo.

Pero en su mundo, una camorra todavía puede empezar con un par de palabras o un roce de hombros. Y él conoce los rituales bien, los susurros, la coreografía de pasos y cuchillos, los flashes de rojo y negro, los gritos y el silencio.

No importa que se esté volviendo viejo. Los muchachos todavía vienen a probarlo. Y no hay nada que decidir. Él pelea. (Astor Piazzolla)

Este hombre me mata (en el buen sentido).Me apetecía colgarlo mientras preparo la próxima entrada.


A Malena,que sin proponérselo,me sube al tren de las caricias y la templanza cada vez que la visito.Uno de mis más gratos "descubrimientos".

Thursday, June 15, 2006

Consenso


Viñeta del maestro Forges,extraida de El País (15/6/2006)

Wednesday, June 14, 2006

Furia Paranoica: Copas vacias (Ficción 4)


Había tanto humo que me empezaron a escocer los ojos. Tan cargado el ambiente que me empezó a costar respirar. Sudaba, hacía tanto calor que temí no dejar sobre la silla sino una mancha enorme de grasa en medio de aquel cúmulo de almas noctámbulas errantes, vestidas de distancia y muecas de derrota.

Rehogué mi garganta, ajada de tanto suplicar, con bourbon de garrafa. Mientras, miraba como el hielo de mi pequeño pozo redentor se diluía al son que marcaban las caderas calientes de las diablas del caribe que, tacón tras tacón, ponían el precio de su ébano, del olvido de un par de horas y el orgasmo de saldo, sobre mi mesa. Yo llené de nuevo el vaso. Qué más podía hacer. Dadas las circunstancias, llenar aquel vaso de cristal arañado era lo mejor.

Pensé, que cuando estás a la deriva te limitas a hacer lo primero que no te va a dar problemas, al menos inmediatos. Huyes de cualquier compromiso o contraprestación. Remas hasta agarrotar tus brazos de puro cansancio. Te cuelgas de un estado de ser y no ser que te tiene en duermevela hasta el amanecer, y luego llega otro amanecer, y otro... Miras la vida de lejos, como si no fuese contigo, como quien ve una película sin preocuparse de entender el guión; o, tal vez, hayas escrito tú el guión y ya sabes cual es el final. Esperamos que les haya gustado, no habrá reposición.

Se quejaba con tanta melancolía entre los brazos del negro flaco aquel trozo de madera en talla de mujer que sólo podía estar allí dentro. Aquel tipo que “la llamaba” con la amargura de un gato maullando bajo la luna, que veía salir de la estación la locomotora del despecho en otra época y lugar, que rasgaba más que las cuerdas de su guitarra mi alma, haciéndola jirones, perdía el tren que yo perdí. Permanecía tan solo en el andén como yo lo hiciese unos meses antes. Caían por sus mejillas las mismas gotas que habían calado mi abrigo. No hay peor lluvia, que moje más, ni más fría, que la que te cala en una estación de lejanías.

Él era yo, y ella no volvería jamás. Volví a pensar y lo comprendí. Dentro de aquel club, a altas horas de la noche, YO estaba dentro de aquella canción. Aquel maldito blues que me hizo romper en lágrimas y pedir otra botella de desamor.

Wednesday, June 07, 2006

Furia Paranoica: Tiempos de cambio con anestesia local. (Ficción 3)

Cuando me preguntan que qué es eso del cambio de piel no sé que contestar. Tal vez sea porque no tengo nada que decir, o porque no soy capaz de reinventarme en ése que debería reconvertirme.

También ignoro, o al menos no quiero pararme a pensar, si es falta de actitud, o de aptitud, o quizá sea que cuando Dios repartió valentía en el parque de atracciones a mí me pilló sentado en el tren de la bruja directo al túnel de mis miedos.

El caso es que cada vez me siento más áspero dentro de estas escamas que mes a mes se vuelven un poco más pálidas y menos relucientes. Tal es así, que pienso, conforme el negro va tapando al blanco, que toda esta historia puede sonar a derrota, a típico neo gótico-pro apocalíptico-derrotista-amargado- chaval de veinte años (ver la entrada precedente). Pero ni mucho menos es ese mi estado de ánimo ahora mismo. Entre otras cosas porque ni tengo veinte años ni me llama mucho eso de tener decorada mi habitación con posters de Eduardo Manostijeras o la Novia Cadáver.

De hecho, y sorprendentemente, me siento bastante decentemente teniendo en cuenta que, ella, ha pasado de la pasión desatada y ubicada en cualquier lugar y/o circunstancia a la más tremenda indiferencia para conmigo en cuestión de meses.

O que he perdido el contacto con mis amigos de la infancia a causa de cosas que no vienen al caso. O el hecho de que los dos proyectos que tenía en mente y en los cuales me he dejado los sesos, las ganas y bastante dinero, se hayan truncado irremediablemente porque, por lo visto, a nadie le interesan esas cosas que pensábamos que les iban a interesar.

Será cosa de la ciudad, que cada vez es más irrespirable. Será cosa de la condición humana. Será cosa del cielo. Será cosa mía. O será por culpa del idiota de Justin Timberlake. A saber.

El caso es que necesito salir a respirar por encima del aire. Que me llueva en la cara. Que las gotas arrastren las lágrimas y que deje de sentir de una puta vez este frío de vivir.

Y estoy más que dispuesto a hacerlo sin colgar en mi espalda más fardo que el de sostenerme en pie sin quebrarme los huesos. Sólo eso.

Porque la sigo queriendo, porque aún ellos me hacen reír, porque siempre dejáis basura que recoger y nunca me va a faltar trabajo. Porque Justin es igual de gilipollas que cualquiera y porque siempre hay un pedazo de cielo para cada uno de nosotros. Lo haré por todo lo que muere y renace en otros ojos.

Eso es, sin mirar atrás, dirección norte, desnudo contra el sol. Reducir la vida a cada latido y esperar el juicio. Por los siglos de los siglos. Amén.

Qué bien estoy, qué bien me siento.


Pero como siempre se dice en estos casos, me digo: “estás cansado y es tarde cariño. Déjalo para mañana y ya hablaremos”. Y luego, como siempre, opto por encogerme y tender, así, a desaparecer.

Adalides de la seriedad


Corro el riesgo de que más de un adalid del negro sobre blanco (o cultureta, como dice un amigo) asiduo a esto de los blogs chasquee la lengua y menee la cabeza con carácter reprobatorio y digo: reconozco que no leo tanto como debiera, aunque, y como soy mi propio abogado de oficio, diré en mi defensa que hablo de literatura “seria”.

A lo que voy, que leo poco. ¿Por qué no tengo tiempo (más que gastada respuesta de un alto porcentaje, según las encuestas, de los felizmente casados españoles)? Unas veces sí (y no pertenezco al selecto gremio ¡Conste en acta!, pide la acusación) ¿Por qué no me apetece leer según que cosas? Para qué negarlo, otras veces también. (¡Al paredón con él!)

Pues bien, agarro (curiosamente) esta mañana el qué leer de Abril y me encuentro con la cabecera del tema del mes, que reza así: "A los escritores les ha dado un ataque de solemnidad y han abandonado la novela de humor, el género que proporciona una visión más crítica del mundo (Antonio G. Iturbe)”.

Y yo digo, ¿sí? Cómo está La Nación (pongan entre ¿? a Cataluña, Euskadi y la zona sur de la comarca de Mordor)

El caso es que todo esto no me sorprende. En un corral como el nuestro, en el que la envidia es pecado nacional y la tolerancia un bien escaso, a ver quien es el chulo que es capaz de reírse de si mismo ante los demás con todas las de la ley; y digo reírse en general. Soy de la opinión de que aquí corres el mismo peligro negándote a tomar una caña, que diciendo que te gusta el fútbol, que opinando que Leonor (la princesita) guapa, lo que se dice guapa… ¿lo ven, no me atrevo?.. o que admitiendo que lo tuyo es Terry Pratchett; tildándote de “raro-rajao”, “adicto consumado al opio del pueblo”, “republicano subrepticio” y “friky”, según el caso.

Personalmente aplicaría las palabras de Antonio G. Iturbe al ocio, en general. Dile a Pedro, el saxofonista estirado del tercero, que su hijo se parte de la risa con los "Mojinos Escozios" y que no aguanta a "Charlie Parker" y el bebop. O a tu hermano el cinéfilo que sí, que quieres alquilar "Tapas" y pasas de ver "Persona" de Bergman. O a tu profesor de literatura que antepones a "Toole" sobre cualquier literato “serio”.

-Eres carne de cañón, nene. No tienes ni idea.

No se lo tomen tan en serio, queridos literatos. Abandonen tanta sobriedad en sus comparecencias en público, que más de uno pensaría que aquejan de problemas intestinales. Que la cultura, la coherencia, y la seriedad pueden estar cogidas de la mano del humor, la crítica mordaz y el cinismo más fino y elegante, sin caer en la frivolidad ni rebajar el nivel de una novela (Como muestra un botón, que se dice: La Conjura de los Necios).

Por favor, hágannos reír de vez en cuando con ustedes y no de ustedes.

Monday, June 05, 2006

Para ti que eres gótico (o que quieres llegar a serlo)


1- Todo gótico nace, no se hace. Como todos, claro. Así que si no es tu caso, más vale que ocultes todas las fotos que pudieran comprometer tu carrera: SIEMPRE HAS SIDO GÓTICO, así que no puedes haber hecho la comunión. Y nada de fotos de convivencias, tú jamás fuiste un boy/girl scout, porque la semilla de la soledad siempre estuvo en ti y por más que tu madre te decía que jugaras con los demás niños, tú siempre te escondías en un rincón y hacías castillitos de arena con forma de murciélago. Debes especificar que fuiste un niño difícil, y debes explicarles a tus numerosos amigos (pese a que estás tan solo que nadie te llena)que durante tu niñez se gestó tu misantropía.

2- La cueva del dolor. Vamos a ver, piltrafilla, ¿Realmente crees que se puede ser gótico sin tener una oscura alcoba donde yacer solo, torturado y apartado de la felicidad mundana? Ntchs. Lo primero que debes hacer es comprarte seis o doce pósters de El Cuervo, que a partir de YA debe ser tu película fetiche. Luego, cómprate dos de Pesadilla antes de navidad de Tim Burton. A ser posible elige los más torturados. Después, hazte con una ilustración de Luis Royo, a ser posible, la más torturada y oscura que encuentres. Ahora pasemos a la cama: si pudieras comprarte un ataúd, serías el más in. Además, no tienes que hacerte la cama teniendo uno. Pero en caso de que no tengas uno, dales muerte a las sábanas de animalitos que te compra tu madre. Un gótico NO duerme en sábanas de perritos circenses.

Seda negra o roja, por favor. Y es de menester que tengas varias figuritas de Todd Macfarlane. Por ejemplo., alguna de Sleepy Hollow estaría más que bien.

3-El Atuendo: Y ahora pasemos a ti. Sería estupendo que te cortaras un poco para mostrar al mundo tu dolor. Cuantas más cicatrices, más profundo eres. No tiene sentido sufrir si nadie va a verte sufrir.
Primero, si eres chica, diferenciaremos entre tres vertientes, ambas igual de deseables y cool: El look Concubina de Satán , el look Virginal joven tenebrosa, y el no menos cool Ciberpunktorturados.
Para los tres es menester que tengas flequillo recto, y que además, te lo cortes tú misma. Ya sabes, a lo Betty Page. Y si tiene parkinson, que te lo haga otra amiga de esas que tienes pero que no te llena. El pelo ha de ser negro natural. Te recomendamos varias marcas de negro natural como Garnier o Lóreal. Porque tú lo vales. Y debes rehuir el sol, tu piel ha de ser blanca, enfermiza, porque está claro que vas a morir joven, y dejarás un bello cadáver, aunque la esperanza de vida en tu país sea de 70 años.
DEBES ESTAR DELGADA, porque las medias de rejilla si no te harán parecer un Salchichón de las Tinieblas. Ya sabemos que la belleza está en el interior, pero tú eres gótica, eso no te preocupa. Bien, ahora vayamos a por las vertientes:

- Para ser Concubina de Satán: Se exige pelo largo y libidinoso, aunque las pelucas también valen. Elige cualquier vestido de látex que te marque las costillas (porque debes estar delgada), a ser posible, rojo o negro, y combínalo con botas altas de látex o charol rojo o negro. Cuantas más argollas lleves en el collar, más puta de satán serás. Es por una buena causa. Este look favorece mucho a los pigmeos, pues las plataformas os elevarán un palmo del suelo. No escatiméis en pinchos, y pintaos unos generosos labios rojos o negros, y unos buenos rabos negros en los ojos.

- Para ser una Virginal Joven Tenebrosa: Eres de todo menos virgen, pero ellos no lo saben. Se exige pelo largo, cuanto más rizado y negro, mejor. Aunque aquí también se aceptan melenas cobrizas o rubias. Píntate poco (es decir, mucho, pero que no se note). Recalca ojeras: el amor que perdiste hace tres años aun te tortura por las noches, y no puedes dormir. Por supuesto, has de estar pálida como un cadáver, y a la hora de vestir, la elección de vestidos de gasa, encaje o miriñaque de color blanco o negro son cruciales. Ah si; es crucial también tener una buena cruz, a ser posible de la marca Alchemy. Con un buen pedrusco en medio, y que te haga parecer la princesa de las gitanas. Claro que más es menos: ponte todos los collares que puedas: cruces pequeñas, cascabeles, cruces invertidas, calaveras, murciélagos, signos cabalísticos que no entiendes pero que te da igual, y todo mezclado. Nadie puede llamarte hortera. Eres la princesa de las Tinieblas. Mejor si tienes un nombre como Lacrima o Suspiria.

- Para ser una Ciberpunktorturada: Aquí tienes mayor libertad estilística, pero sin salirte de ciertos cánones: el pelo suele ser corto, rapado, mediobakalístico, con cresta o sin cresta, con cenicero o sin cenicero, de los colores que quieras, pero siempre chillones, aunque es preferible el negro o el platino. Elige prendas semiMatrixeras o bien decántate por la vena punk, como Avril Lavigne, que es muy radical. Faldas escocesas, medias de rejilla rotas, imperdibles y algún que otro parche de "The exploited". No sabes quienes son, pero en Tallers los venden por dos duros. Píntate unas buenas ojeras negras, bien remarcadas, y, las cejas han de ir totalmente depiladas, como tus vecinas las Concubinas de Satán. Elige tejidos como el neopreno o el cuero.

Y ahora los chicos. Lo primero que debéis hacer es someteros a una depilación integral. Sí, sin excusas. Un vampiro no tiene un felpudo en el pecho. Y la cara siempre perfectamente afeitada, excepto perilla, si es que optas por llevarla. A ser posible , la perilla ha de imitar la de Reznor en The Perfect Drug. El pelo; siempre negro, también negro natural. Y mejor si es largo, pero ya sabemos que la alopecia no perdona, así que respirad tranquilos: desde que Maynard está de moda, es muy in llevar la cabeza rapada, o con una bonita cresta. Y SIEMPRE debes ir ajustado, aunque los pantalones te queden efecto-guante-de-látex y la presión en tu órgano viril amenace con dejarte estéril. Por supuesto, el sol te provoca espasmos: mejor aún, declárate fotofóbico. No, No!!: ERES FOTOSENSIBLE, como los vampiros. Siempre gafas de sol, estés donde estés. Eres pálido, delicado y espectral. Tú también debes conservarte delgado, porque el Look Auschwitz pega fuerte siempre. A la hora de vestirte puedes elegir entre: el look Entrevista con el vampiro y el Look Eduardo Manostijeras.

- Para ser un Entrevistado: Tu ídolo debe ser o Lestat, o Louis, o Armand, o quien sea, pero siempre con un toque romántico y decadentista. Decántate por elegantes camisas con chorreras, que te darán ese aire de gitano rumano que tanto persigues. Los abrigos, deben ser largos, negros y de corte similar al redingote del siglo dieciocho. Sería magnífico que midieras dos metros, pero si no tienes esa suerte; puedes recurrir a esas plataformas negras tan cool que se venden con trescientas hebillas. Si eres pobre, átate dos taburetes.

- Para ser un Manostijeras: Tu estilo remite a las ciberpunktorturadas femeninas. El pelo ha de ser corto, desgreñado y tus preferencias van hacia el látex, las hebillas metálicas y todas las horteradas plateadas que puedas colgarte del cuello. Cuantas más mejor. Y sin ningún concierto. Como te da igual lo que piense la sociedad de ti porque eres misántropo, no importa que te confundan con el hermano siniestro del negro del Equipo A. Un par de transparencias te sentarán magníficamente, y los aros en las orejas también. Ten claro que este año se lleva el Estilo Orco de Jean Paul Gaultier.

4-Tus compañeros existenciales: Jajaja, qué gracia. Eres misántropo. Si no, que se lo pregunten a los 150 contactos que tienes en el messenger. Pero claro, necesitas rodearte de patanes para comprobar lo angustiosa que es su mediocridad y lo lejos que estás tú de ella. Para ser un buen gótico, has de olvidarte inmediatamente de eso que eres hetero. Eres bísex. A mamá no le gustará nada saber que a su hijo le va todo, pero ELLA NO LO ENTIENDE. No entiende que tu búsqueda del amor eterno y la lujuria no distingue entre pitos y flautas. Y además, está tan de moda ser un/a lujurioso/a perverso/a...Además, a los chicos les encantan las lesbianas. Así que las góticas están de suerte. En todos los sentidos. Sin embargo, si conservas aún algo de esa aburrida moralidad cristiana, buscarás a un compañero de ataúd en el sexo opuesto. MUY IMPORTANTE: DEBE SER GÓTICO COMO TÚ.
Si no, ¿¿Cómo entenderá tu terrible destino?? ¿¿Quién te sujetará el khol negro para que te pintes los ojos??. Alguien no-gótico no puede hacerlo. Así que búscate uno de los tuyos, y cuando sea vuestro aniversario, haced un pacto de sangre para simbolizar vuestro amor eterno de 4 meses. Regalar cruces, rosas negras y alguna Living Dead Doll es imprescindible.

5-Tus preferencias únicas y personales: Son tan personales y propias que sólo las profesan todos los góticos del mundo. Menos mal. Te daremos una lista detallada para que no te pierdas.

- Tus películas preferidas han de ser El Cuervo, Pesadilla antes de Navidad, Nosferatu, Drácula de Coppola, Freaks y cualquier otra película que ilustre la búsqueda de lo trascendente y el dolor de la soledad.

- Tus autores favoritos no pueden ser otros que: Lord Byron, Baudelaire, Edgar allan Poe, HP Lovecraft, y por supuesto Nietzsche. Es importantísimo que te hayas leído todo lo de Nietzsche. Todo significa su único libro: El Anticristo. (XD)

- Deben encantarte grupos como: NIN, Manson, Bauhaus, Psychotica, Lacrimosa, The cure y lo que se tercie. Da igual que no los hayas escuchado, sólo di que te gustan y que te transportan a otro universo. TIENE QUE GUSTARTE AENIMA DE TOOL y decir que te molan mazo y que Tool son "la polla". Por supuesto, todos estos grupos son mazo de komplikados y solo pueden ahondar en tu dolor. Eso es , kolega.

- Debe encantarte el mundo del fetichismo y la sodomía.¡ Es tan lujurioso! Claro. Tú si que sabes lo que es el Bdsm. Te encanta ese dolor pasional y cruel, mmm, es tan propio de una naturaleza torturada como la tuya...Cuanto más cuero y más parafernalia mejor. Tú no eres ningún blandengue. Si alguien te pregunta, dí que es la "Expresión mas elevada del dolor y la abnegación". Si hay dudas, consulta el diccionario de la RAE.

- Eres gótico. Se acabó veranear en Benalmádena. ¿¿Es que quieres ponerte moreno o qué?? Y por supuesto, quieres cargarte a tu madre. Nota: para ser el más cool, has de decir "Mi vieja" no "mi madre", porque ello indica parentesco con ese ser tan mediocre que te ha criado.

- Dibujarás muñecas vudú, monigotes de inefable estilo burtoniano. Es obvio que dibujas como el culo y que la originalidad no venía en tu lote, pero ¿qué importa? Tú sólo quieres transmitir ese hondo dolor que sufres en silencio.



Visto/leido aquí.



Gracias Leti.

Thursday, June 01, 2006

Furia Paranoica: Una visita al médico (Ficción 2)

Hace veinte minutos que Filomena espera en la puerta de la consulta del Doctor Cisneros. Dentro están el susodicho y el hijo menor de la buena mujer, que hace ya algún tiempo aqueja de…

Puede usted pasar- dice el Doctor tras abrir la puerta. Una vez dentro le ofrece tomar asiento junto a su hijo. La cara del médico no presagia nada bueno.

Filomena: ¿Y bien? ¿Qué opina usted, Doctor?

Cisneros: Bueno, lo primero que le pido es que esté usted tranquila, Filomena. Lo que se habla en este cuarto, no sale de este cuarto.

Filomena: Me está asustando. ¿Tan grave es?

Cisneros: Pues…verá, es lo que temíamos – dice el doctor entrelazando los dedos de ambas manos, con seriedad. La tensión puede cortarse con el palo de un polo.

Filomena: Entonces…

Cisneros: Sí, parece que el niño le ha salido… inteligente. Créame que lo siento.

Filomena: Ave María Purísima – se santigua repetidas veces la mujer – pero, ¿cómo puede ser? Nosotros nunca, nunca jamás…- sollozos.

Cisneros: Me temo que eso no es todo, cálmese, por favor. Además de esto, da muestras de cierta propensión al pensamiento independiente e iniciativa propia. Propensión que, en un futuro, puede acrecentarse.

Filomena: Pero eso es imposible, imposible –abatida- ¿Por qué a nosotros? ¿A esta humilde familia?

Cisneros: Es difícil de decir. Supongo que ustedes no habrán…

Filomena: Ni muchísimo menos. Oiga, sin faltar, que en mi casa no se malcría a nadie. Contribuimos a matar la cultura como cualquier hijo de vecino.

Cisneros: No, no, si es por ir descartando, ya sabe.

Filomena: Perdone. Mire, tiene dos pleiesteision, me encargo personalmente de que en el ordenador sólo lea la frikipedia y sólo vea las páginas guarras, su hermano le presta las revistas de coches siempre que quiere, pasamos los sábados en familia viendo Salsa Rosa y pedimos al McDonalds tres veces por semana…no sé, es que no sé que ha podido pasar…de verdad. Esto es tan irreal.

Cisneros: Entiendo, entiendo. ¿Y el padre?

Filomena: ¿Mi marido? Bueno, una vez el niño le pilló con algo en las manos, pero no creo.

Cisneros:

Filomena: Pues que al muy imbecil le dio por ir un día a la biblioteca y llevar a casa no sé que libro de un ruso, por experimentar. No recuerdo el nombre. Sí hombre, uno famoso de esos, el de…Te pillamos y ahora te jodes –con perdón-.

Cisneros: ¿Crimen y Castigo?

Filomena: Eso es – con cara de desconfianza- ¿usted no habrá…?

Cisneros: La duda ofenda, señora mía. En absoluto.

Filomena: Ahhh – con cierto resquemor- Pues eso, que el niño pasó al cuarto de baño cuando el padre estaba dentro y le pilló leyen…No me haga seguir, que nada más que de pensarlo.

Cisneros: No siga si no quiere. Me hago una idea. ¿Algo más de ese estilo que deba saber?

Filomena: No, que recuerde. En el colegio están todo el día fumando en el lavabo, sus profesores les prestan escasa atención -que yo asisto a las juntas de padres y lo sé, que nos lo pasamos pipa allí- le animo a que los fines de semana disfrute de la vida que son dos días los que vivimos y no es plan de perder el tiempo llevando la contra a nadie. Que imite a los demás, que no discuta, que piense lo menos posible. Ya sabe. Si hasta su hermano se pasa todo el día en casa escuchando OT…

Cisneros: Grande, ese Bustamante. Perdone, siga.

Filomena: ¿A que sí? Pues ni con esas, ya ve. Y ahora me sale usted con todo esto. No me lo puedo creer. Lo hemos intentado todo, pero el crió pasa. Él erre que erre con los libros, con el teatro, con los periódicos, que si han descubierto tal cosa un día, que si ha dicho el Ministro de Exteriores aquello al día siguiente, que si su desarrollo personal, que si la importancia de la información…

Cisneros: Ya, si es que no saben lo que tienen, no aprovechan las oportunidades que se les brindan, y un día llegan y dicen que no quieren seguir la corriente del resto de la gente. ¡País!

Filomena: Eso le digo yo, ¿es que no puedes ser como el resto? – mira al muchacho, que no dice nada, cada vez más encendida. Se le nota avergonzado - ¿eh? ¿No puedes ser como tu hermano? –Capón- ¿por qué no puedes ser tonto? – Capón- ¿es que no ves lo que estamos sufriendo?

Cisneros: Pare ya, señora. No vaya a ser que le despierte más neuronas.

Filomena: Disculpe, pero es que me saca de quicio, mírelo – suspira la señora.

Cisneros: Bueno, hay una opción.

Filomena: Lo que usted diga, Doctor. Haremos cualquier cosa para que todo esto se le pase cuanto antes. En la escalera ya nos empiezan a mirar mal por los exquisitos modales del chico con lo vecinos. Diga usted.

Cisneros: Una pequeña lobotomía. Curiosamente hay una oferta en el Centro patrocinada por varias empresas de alimentación y textiles. ¿Tienes la tarjeta de la planta joven del Corte Inglés, chaval?

Filomena: ¡Éste que va a tener! ¿Contribuir el señorito a la nuestra excelsa comunidad capitalista? ¿Está usted loco? ¿A que sí, a que está loco el Doctor? Brrrr - Capón.

Cisneros: No pasa nada, se podría arreglar por ser ustedes.

Filomena: Dios le bendiga y le acoja en su Gloria.

Cisneros: Bueno, bueno, no es para tanto. La realizaría yo mismo, con discreción y en confianza. Estoy Doctorado en la Excelentísima Escuela Honoris Causa de la Ilustrísima Universidad.

Filomena: ¡Impresionante!

El niño: ¿De qué, de dónde? – alcanza a decir en un hilo de voz, todo su cogote amoratado.

Filomena: ¡Niño! Qué está hablando el Doctor.

Cisneros: Déjelo, no me habrá oído bien. Son los nervios: Excelentísima- Escuela- Honoris- Causa- de- la- Ilustrísima- Universidad – repite dejando pasar un segundo entre cada palabra, el médico. Totalmente comprensivo y condescendiente con el pequeño enfermo.

El niño: Ah, ya.

Filomena: ¿Lo ves? Agradece la suerte que hemos tenido, descarriado.

El niño: Gracias, Don Cisneros.

Cisneros: No pasa nada, campeón.

Filomena: ¿Cuánto nos costaría y cuándo sería?

Cisneros: Poca cosa, la tercera hipoteca de la vivienda y dentro de un par de años ya pueden pedir cita.

Filomena: Es usted un Santo.

Cisneros: Eso me dicen, sí.

Filomena: Y dicen bien. Pues estaremos en contacto, Doctor. No le robamos más tiempo que además se me van a pegar las lentejas.

Cisneros: Se lo agradezco. Yo tengo un par de internas a las que pasar revista antes de que les baje la fiebre. Jejeje.

Filomena: Diablillo es. Suerte que tienen las chicas con usted.

Cisneros: Vaya.

Filomena: Lo dicho, a cuidarse. Dile algo al Doctor, nene, que nos vamos.

El niño: Gracias Don Cisneros.

Filomena: ¿Y…?

El niño: Perdone las molestias y que sea así de listo.

Filomena: Así me gusta.

Cisneros: No te preocupes, campeón, te voy a dejar como nuevo. Buenas tardes.

Filomena y el niño: Buenas tardes, Doctor.