Wednesday, December 20, 2006

Yo pido : Geometrías (Alunizase 2)




V

i

d

a


“Subir, contigo, a pintar cielos de eléctricos azules.

Tocar las estrellas y besar las cicatrices de nuestras manos.

Montar en huracanes y abrir ventanas invisibles.

Caminar por bosques dormidos y crecer hiedra y raíz.

Y tallar prosas en árboles sin memoria. Grabar en piedra tontas palabras que hagan sonreír al viajero. Contarnos junto a la brisa del río, la gran historia de ¿qué tal tu dia? Y soplar al viento los arpegios acústicos al pulsarnos los dedos. Reírnos al ver la lluvia empapar las sábanas secas. Tender los disfraces de nuestras pieles al sol. Ver meteoritos brillar en tus ojos en la azotea.

Cruzar, contigo, el puente del arroyo sentimental.

Pasar por la vereda matizando tu belleza.

Dejar aromas de jazmín al paso de tus caderas.

Trepar por tus sueños y poner con mis labios, en tu boca, canela.

Y hacer estremecerse con nuestros abrazos las ramas de la alameda.

Bajar al mercado prendiendo candiles. Dirigir películas debajo de una manta. Cenarnos el aliento bajo una ducha clara. Escuchar tus pasos desnudos camino de la cama. Cubrirnos los escalofríos con latidos. Dormir acurrucados con la mirada achinada. Estar separados sólo lo más lejos que nos alcancen los ojos. Renacer cada mañana peleándolo todo.

Pulir, contigo, la corona de laurel del cariño.

Recoger, los frutos dorados del te quiero.

Cubrir, con tierra, semillas de esperanza.

Ver, a la luna germinar este sarmiento de amor.

Y, de la mano, decir un dia, cada dia…

…es el

n

u

e

s

t

r

o".

Tuesday, December 19, 2006

El gato y la luna les desea:

Post difícil éste donde los haya. Y es difícil porque llevo más de quince minutos intentando poner algo que os haga llegar mi cariño, respeto y admiración. Qué fácil, qué difícil. En fin. Me queda el “consuelo” de pensar que ya os han llegado en otras muchas entradas y comentarios. Así que, me “medio escapo por la tangente” y evito ponerme tontón limitándome a hacer tres cosas.

1.- (Sí, ya viene jodiendo el alunizado, cómo si no hubiese bastantes felicitaciones navideñas cada dia ¿eh? Venga ¡no corran! queridos y queridas. Déjenme por una vez subirme al carro en el que seguro se sube media bloggosfera – qué palabra, ¡por dios!-) Desearles buenas fiestas a todos/as y dejarles por orden alfabético unos villancicos, que se lo merecen por ser como son. A ver ¿cómo era aquello de… ¡ah, sí!:

¡¡¡Güis güis llu a marri crismas… Güis güis llu a marri crismas… Güis güis llu a marri criiiiiiiismaaaaaaaaas……………………….anajapi niu yiiiiirrrrrrrr!!!

¿Qué mi inglés es una birria? Cómo son, cómo son.

2.- Despedirme hasta dentro de…no lo sé. Volveré a darles el coñazo pronto. Ya saben, fiestas…la familia es la familia (¿capicci?)…¿Me entienden? Seguro que alguno anda en las mismas. ¿Siguen ahí? No esperaba menos ¡Je! Ya les queda menos para llegar al final. ¡Ánimo!

3.- Ya acabo. Miren, la física de la dialéctica cuando se dicen las cosas de verdad y apetecen de verdad es una putada, ya lo saben. Sin embargo, ahí les van besos y abrazos. Estarán presentes en más de un brindis. Siempre hay un motivo. Por la compañía que me prestan y el afecto que les he cogido desde que empecé con el blog. A todos, a:

Artemis, por dar siempre en el blanco con sus flechas. B

Bio, porque se ponga como se ponga es Reina ¡ché!. E

Calma, por ser un ser apasionado de las letras. E

Eggy, quedan renacentistas en Argentina. E

Eritia, que por donde pisa siembra el suelo de poesía. E

Maik, por abrir la boca como lo hace. Amigo, te ganes la vida como te la ganes, hay un escritor en ti. E

Malena, que es jazz aterciopelado. Siempre “again”. S

Persio, que con su pasión por ellos suma uno más a la gran banda. ¡Grande, flaco, grande! O



Espero que se vea y oiga todo bien.


Hasta la vuelta,que lo bailen bien y sonrían guapos y guapas.

Saturday, December 16, 2006

A cara de perro (Ficción VIII)


Un viejo Cadillac del 51. Millas de polvo. Millas de calor. De arena. De asfalto al rojo. Y como única huella de su paso, olor a goma quemada y gasolina. El maltrecho motor consume demasiado combustible. Ronronea como una vieja divorciada calentona al tener un buen cacharro entre las piernas. Demasiada gasolina, sí. Definitivamente no llegara a Las Vegas sin parar a llenarle el depósito. Y todo esto a más de cuarenta grados. Y todo esto sin un puto árbol que de sombra a la carretera. Y todo esto sin cruzarse ni ser adelantado por nadie. Y todo esto mientras vuela como una flecha por el maldito desierto. Y todo esto empezó hace tres dias y medio para Lance y Franki.

Lance: Sube la ventanilla, es la última vez que te lo digo.

Franki: ¿Y si no qué?

Lance: Si no será la última vez que alguien te diga cualquier maldita cosa.

Franki: Tu mandas, hermano. El aire quema, pero nos coceremos aquí dentro si es el deseo de Su Majestad.

Lance: Correré el riesgo, puedes estar seguro.

Dentro del Cadillac el calor es insoportable. Insufrible. Devastador. Hace tanto calor que podría freírse un buen par de salchichas XXL dentro de la guantera del coche. Lance y Franki tienen las camisas de franela desabotonadas hasta el ombligo, totalmente empapadas de sudor. El pelo y la cara mojadas por minúsculas e incesantes gotas saladas que les bajan por el cuello y el pecho en cascada. Son dos globos que pierden agua por millones de microscópicos agujeros. El simple hecho de mantener una conversación exige esfuerzo.

Franki: ¿Sabes qué es lo primero que haré cuando entreguemos el paquete?

Lance: ¿Qué?

Franki: Digo, que si sabes qué es lo primero que haré cuando entreguemos el paquete.

Lance: No tengo ni la más remota idea, pero me lo vas a contar ¿verdad?

Franki: Vale, si quieres te lo cuento.

Lance: Era puro sarcasmo.

Franki: ¿Era qué…?

Lance: Cuéntame, ¿Qué coño harás?

Y Franki le cuenta que se emborrachará hasta perder el sentido. Que se pagara una buena fulana esa misma noche. Que con su parte se va a retirar una temporada, irá a ver a su hermana que vive en una bonita zona residencial de Boston. Le pregunta que si sabe que le tiene ganas a su marido, que le partiría las dos piernas. Que su sobrino apunta maneras en el béisbol, pero que es hincha de los Cub´s. Que si se lo puede creer, esa mierda de equipo. Le cuenta que Irma quiere casarse y le cuenta que por supuesto no sabe a lo que se dedica. Agente de seguros, le dijo al conocerse, por eso viaja tanto. Le pregunta que si no está hasta los huevos de toda la mierda que tienen que tragar. Que si no está hasta los huevos del olor a pólvora y las manchas de sangre en los Armani. Que si no se le hace cada vez más difícil apretar el gatillo en la cara de algún pobre cabronazo, que si no nota la pérdida de facultades.

(Lance: Sí que lo estoy, de ti, papagayo de los cojones).

Y le pregunta que si no nota que ya no son igual de rápidos.

Y le pregunta que si él tiene algún plan para la pasta.

(Lance: Te metería una dorada entre las cejas. Juro que te la metería. Juro que si no te callas te la meteré. Ese es mi puto plan maestro).

Y le pregunta que si ha estado en Boston.

Y le pregunta que si ha estado en el Este.


Y le pregunta que si no ha oído un ruido.

Lance: Me cago en tu puta madre. ¿Qué ruido? Voy a parar y más te vale que haya caído la bomba atómica. Es más, desea que se haya desatado el Apocalipsis. ¡Oh, sí! Reza porque los cuatro jinetes estén bajando para darte por el culo.

Y Lance para el coche con un brusco frenazo en la cuneta. Una nube de polvo envuelve al Cadillac. Ambos se callan y prestan atención a cualquier minúsculo sonido. Allí, en medio de ninguna parte, guardan un silencio sepulcral. No es el motor porque está parado. No es la radio porque está apagada. No es el rechinar de dientes de Lance.

Franki: ¿No lo oyes?

Lance: Sí, baja del coche.

Las puertas se abren y sus botas de piel se hunden en la arena mullida con cada paso al rodear el auto por detrás.

Lance: Ábrelo.

Y Franki mete la llave del maletero en su sitio haciendo crujir la cerradura. Y sube la puerta. Y los dos se quedan pasmados. Y ven a Michelle sin mordaza. En posición fetal. Y ven a Michelle llena de moratones. Con la boca partida. Sangrando por la nariz y con un ojo hinchado. Seguramente alguna costilla rota. Sin aliento. Y ven que deberían haber apretado la cuerda más fuerte. Y ven que la muy hija de puta aún sigue con vida. Aún tiene lágrimas en los ojos y jadea al respirar con dolor. Y la ven sonreír mientras les encañona con una mágnum plateada del .45.

Franki: Y una mierda. No puede ser. Estás muerta zorra, deberías estar muerta.

Michelle: Os juro… hijos de puta…que esta será la última vez que os jodan en vuestra vida.

Franki: Creía haberla…, tío, yo la…

Lance: Debería haberte matado hace mucho por gilipollas Franki.

Michelle: Tranquilo, cariño…el gilipollas…va después de ti.


Y lo último que escuchan Lance y Franki es un click.

Thursday, December 14, 2006

Estrellas de Oriente


Empieza esto como acaba.

Sé que será duro. Muy duro. Y lo mismo no tengo derecho a escribir estas líneas, pero vaya por delante, en ese caso, que la intención con la que le estoy dando a las teclas es la mejor que tengo. Va dirigido a las dos, aunque en parte también a mi mismo. Si sirve al menos para que no os sintáis demasiado solas o incomprendidas, o un poco más acompañadas, ya merece la pena.

No habrá en esta entrada imagen de cabecera. No habrá ni rima ni verso en esto que escribo, ni prosa ni estilo marcado. No vais a encontrar muchas dobleces, ni epítetos, ni metáforas, ni recursos lingüísticos sacados de la chistera. Sólo cariño, compresión, aliento y este hombro (el mío) que aun tan lejos se arrima estos dias si es necesario.

Son fechas, y vosotras y yo lo sabemos, que más de una vez deseamos poder saltarnos, pero ya veis, el calendario no entiende de estas cosas y ahí va, tachando semanas con cruces rojas sin que nosotros podamos hacer nada más que acompañarlo. Unas veces con más ánimo, otras veces con menos, y en ocasiones con ninguno. Yo no sé cómo van a ser estas navidades en mi casa. No obstante “rezo” porque no sean excesivamente tristes. Ni en la mía ni en la vuestra, que es lo que vengo a decir. Por supuesto que en falta les echaremos, muchísimo. Nos vendrán mil recuerdos y añoranzas a la cabeza. Es posible que acudan lágrimas a nuestras retinas al ver viejas fotos y al sentarnos a la mesa. Estaremos para pocos cuentos y cabalgatas. No haremos cartas, porque lo que queremos pedir brilla ahora junto a la Estrella de Oriente. Será difícil encontrar consuelo (arropaos mucho mutuamente, no hace falta que lo diga. Es lo mejor, o quizá lo único, que se puede hacer. Yo lo hago con la gente que quiero; y aunque a veces de forma débil, una sonrisa sí que se arranca). Seguro que tenéis a alguien cerca que está dispuesto a levantar la vuestra, por difícil que sea. Pensad en todo lo que queda, en que –en serio- merece la pena seguir hacia delante, que las heridas poco a poco van desentendiéndose de fiestas y fechas señaladas. Que lo amargo de la memoria va macerando despacito hasta tornar en un “te echo tanto de menos” de otra forma, de esa en la que se piensa más con cariño que con tormento.

Con el corazón os digo que la mejor retina no la tenemos en la cara. La indeleble está bajo el pecho, y esa nunca queda ciega. Ni al recuerdo, ni a lo amado, y ni mucho menos al paso del tiempo.

También, que de todo lo bueno tengáis siempre un montón. Que os lo merecéis a raudales, porque ella y él (M. y F.) eran estrellas, pero hay estelas igual de especiales y brillos igual de mágicos. Y las vuestra han de surcar incontables noches y cielos con mucha luz todavía.

Y es que los farolillos de luz especial, que engalanan de oro fiesta el verde de las ramas. Las burbujas más vivas dentro de las copas de champagne y las más exquisitas viandas. Los mejores regalos bajo el árbol. Las mejores voces cantando villancicos…

Siempre estarán ahí, con nosotros, resonando en nuestra cabeza con un enorme, sonoro y amoroso: Oh, oh, oh!!!

Y acaba esto como empezó.

Sé que será duro. Muy duro. Y lo mismo no tengo derecho a escribir estas líneas, pero vaya por delante, en ese caso, que la intención con la que le estoy dando a las teclas es la mejor que tengo.

Desde aquí y como mejor y buenamente puedo: Saludos, besos, cariño, afecto y ánimos. Todo ello en cantidad, aunque mis letras hayan sido breves. Mi mejor regalo, el de desearos felicidad, hacerlo vuestro.

Del que firma, por una vez sin alias.

Fernando.

Friday, December 08, 2006

Geometrías: Alunizase


No piensen tus ojos que busco otros a los que mirar.

No piensen tus oídos que no son a ellos a quienes quiero susurrar.

No piense tu boca que es otra carne la que quiero morder.

No piense tu piel que es otro papiro el que quiero leer…


…No piense tu cuerpo que es otra almohada con la que quiero yacer.

No piense tu voz que es otra música la que quiero al amanecer.

No piensen tus manos que son otras por las que me quiero dejar tejer.

No piense tu espalda que hay otra que quiera lamer…


…Tampoco tu tristeza, la que borrar.

No tus penas, las que aliviar.

No piense tu alegría, que no es el festejo en el que bailar.

Ni tú frío, que hay otro que abrigar.

Tu regazo, en el que descansar.

No piense tú sonrisa, que hay otra que levantar.

Ni tu cariño, el que mimar.

No tus juicios, los que defender.

Ni tu perfume, el que oler.

No piensen tus ganas, que no hay esfuerzo que no parezca pequeño.

Ni tú espera al dormir, la impaciencia por llegar.

No piensen las pequeñas cosas, que no quieren ser compartidas.

Ni tu hambre, que no es alimento cada uno de tus besos.

Ni tus pasos, el dictado que seguir…


…Nunca piense tu costado, que no descanso a su lado.

Ni tu verdad, que no es tan importante como la mía.

Ni tus pecados, que no son lavados por los míos.

Ni tu humildad, que no es la cima.

Ni tu dignidad, por la que me dejaría abofetear.

Ni cualquiera de tus ideas, que no guardan mi respeto.

No piense tu desnudez, que hay mejores sombras proyectadas en la pared.

Ni tu chimenea, que es otra la que me calienta.

Ni tu castillo, que tiene atalayas lo suficientemente altas y estrechas.

Ni tu vientre, que no es el espejo donde esnifar caliente sudor.

Ni tú pasión, que no desata pasión…


…Jamás piensen las joyas y oros, que valen más que un latente corazón.

Ni lo superficial de lo físico, que puede esconder el amor.

No piense el reloj, que estos momentos no serán atemporales.

No piensen los espejos, que no reflejarán tu recuerdo.

No piensen los poetas, que no encontrarán, en ti, nuevos versos.

Los pintores, que no hay nuevos colores para sus paletas.

Ni los que escriben, que sus plumas estarán secas.

No piensen los mares, que borrarán tus huellas de la arena.

No piensen los cielos, que se les perdió una estrella.

No piensen los Reyes, que no eres la más Princesa.



Besos,la alcanzarás.

Thursday, December 07, 2006

Unas veces se gana y otras se pierde


He tenido que pasar, lamentablemente, muchos dias desde hace dos años hasta ahora en un hospital. He visto de todo. He visto como mi padre se iba consumiendo hasta agotarse, lo peor fue que desde el principio no había esperanza para él. Se lo llevo un cáncer. Dos años con frecuentes revisiones, pruebas, malas noticias, salas de espera, interminables minutos, temidos resultados, largas sesiones de quimioterapia…Como él, decenas de personas (sin olvidar a sus familiares).

Desde el jueves pasado llevo viviendo, prácticamente, en una habitación con dos camas, rodeado de decenas de aparatos de los que no conozco sus nombres ni como funcionan. Otra vez. Viendo como la gente se viste con camisones, pijamas y batas blancas. Recorriendo metros y metros de pasillos albinos. Bebiendo mucho café, comiendo muy poco, durmiendo mal, dando ánimos, besos, abrazos, aliento, pensando, temblando…

No aguanto mucho tiempo dentro de estos cuartos, ni sentado en la sala de espera para familiares, así que en el transcurso de estos dias, cuando ella estaba durmiendo, he recorrido muchas de las plantas del hospital. Otro motivo es que de haber salido a fumar a la calle en esos momentos habría acabado con la reserva de tabaco de la zona donde está y prometí que no lo haría. Mis pies han ido a:

Salud mental, digestiva, oncología, ginecología, traumatología, geriatría, cirugía maxilofacial, neurocirugía, radioterapia, hemodinámica, área de cuidados infantiles, protección radiológica, clínica del dolor, zona de quirófanos…suma, suma, suma…

Todo abarrotado, todo triste, todo en silencio. Todos esperando, todos callados, todos indefensos.

En un abrir y cerrar de ojos lo blanco es negro, lo negro es blanco, el negro y el blanco son mil grises diferentes. Sale una camilla para el quirófano, entra un nuevo ingreso, se ríen los que reciben el alta médica, lloran los que dejan allí un ser amado.

¿Quién decide el que sale y el que se queda?

Siempre he sido un tipo de ciencias, pero me resigno a pensar, después de todo este tiempo, que sólo sea cuestión de ésta. Gente que se está recuperando y al final se va. Gente que está al borde del último precipicio y, sin explicación, mejora de la noche a la mañana. Y así muchos más ejemplos. Pasa, sí que pasa, lo he tenido delante, y huyo de la ciencia.

¿Quién decide el que sale y el que se queda?

No tiene nada que ver con eso- me dice un amigo, enfermero en ciernes- o por lo menos es mejor no pensar en ello.

Será eso último, mejor lo lógico y analítico, aunque médicamente se nos vaya de las manos, a pensar en la putada de que no podemos controlar ciertas cosas.

Por supuesto, la medicina, todas sus ramas, avances y descubrimientos son los que deciden y mandan. Pero en esos casos de los que hablo a mi me da que hay una moneda invisible que es lanzada al aire por una mano que no vemos.

Lo mismo es que me hace falta creerlo para poder creer otras cosas (no hablo de cielos ni sitios mejores). Lo mismo estoy demasiado cansado. Lo mismo es mi forma de mantener cierta esperanza ante situaciones que parecen irreversibles, o de negar lo evidente. Yo qué sé. Visto lo visto, cuestiono todo. Y me queda la sensación, en resumen, de que hay juegos en los que apuestan por nosotros sin darnos ni voz ni voto. Si no ¿de qué va esto?

Esta vez salio cara, he sido de los que han salido sonriendo y espero no volver a pisar suelo hospitalario en mucho tiempo. A los que quedaron allí, toda la suerte y esperanza del mundo.

Me voy a dormir, o a intentarlo.

PD. Gracias al servicio de ginecología (enfermeras y doctoras) por su atención y mimo con la paciente de la habitación 243, cama A, que ya está en casa.

Friday, December 01, 2006

Si canta el cisne : 1

Parece que hay un incendio, cada vez que nos juntamos
Parece que hay un incendio, cuando tu estás a mi lado.
Parece que estoy ardiendo, cuando tú estás a mi lado, parece que estoy ardiendo.

Vamos a tener que vernos, aunque estén todos en contra.
Vamos a tener que vernos, ellos te tienen de sobra y yo te echo de menos. Y yo te echo de menos.

Esto es para contarte, que aquí te espero
para decirte al oído lo que Te quiero, para poder decirte lo que te quiero,
así que ya lo sabes, que aquí te espero.

Cuando te acercas gitana, es quererte y adorarte
Cuando te alejas gitana, se habrán secado los mares y las luz de la mañana.

Porque te llevo dentro, tan bien metida
eres dueña y señora del alma mía.

Desde el azul del cielo, diré que apaguen el sol.
Desde el azul del cielo, pero no me pidas no que olvide lo que te quiero.
Pero no me pidas, no, que olvide lo que te quiero .

Mira que eres bonita,que guapa eres.
Eres la más bonita,de las mujeres.
Eres la más bonita,de las mujeres.
Mira que eres bonita,que guapa eres.


Primer canto...2...3...4...5.

Tuesday, November 28, 2006

Tiempos modernos

La leche es blanca, el queso fresco es blanco, la escayola del techo es blanca, los osos polares son blancos, la nieve es blanca (por eso los osos polares son blancos ¿Qué no?)…pero, el blanco de la cara de Dr. Black, psiquiatra desde hace más de veinticinco años, en el día de hoy, le da un nuevo matiz a este color. ¿Quién piensa cuando está tomando tostadas antes de empezar a ejercer que va a tener un paciente así? Escuchen, escuchen y háganse una idea…

-Pero ¿cómo voy a darle la baja?

-Usted verá, yo no puedo más.

-A ver, a ver, que esto me supera. Me está diciendo que quiere la baja por…

-Depresión.

-Por depresión.

-Estoy hasta el cráneo, y ya me perdonará usted.

-Hasta el cráneo, ya.

Black saca de su bolsillo un pañuelo de seda y se seca el abundante sudor que le chorrea por la frente. Si el paciente que tiene tumbado en el diván tuviese rostro, el psiquiatra tendría la vista clavada con incredulidad en su rostro. Pero donde busca pómulos hay hueso. Donde busca ojos hay dos cuencas vacías. No hay labios, ni orejas, ni pelo, ni por supuesto arrugas. Por no haber no hay ni expresión facial, sino una boca que castañea con cada palabra. Una voz gutural y cansada, muy cansada. Si no fuera la Muerte quien le está hablando le daría la baja simplemente por el tono hastiado de su voz. Vuelve a guardar el pañuelo en el bolsillo transformado por el sudor en una gigantesca bolsita de te. Los dos agujeros que la muerte tiene sobre y a ambos lados de la nariz miran al Dr.

-Reconozco que quitando las primeras eras, donde más que segar vidas las despegaba del suelo a duras penas…a todo esto ¿sabía que el ochenta por ciento de las defunciones al principio de los tiempos podrían haberse evitado si sus predecesores no hubiesen tenido la manía de meter la nariz bajo las pezuñas de los…los…esos elefantes peludos, hombre…?

-¿Mamuts?

-Exacto. Déme la baja por alzheimer también, a todo esto. Pues eso. Especie tonta la suya. Va, que me distraigo. Decía que quitando esos primeros momentos, la verdad es que le cogí el gustillo pronto a esto. Pero ¡Calaveras! Se están poniendo de un insoportable de un tiempo a esta parte que ni le cuento. Está usted pálido, oiga.

-Oh, se me pasará enseguida. En cuanto me de un ataque al corazón…digo…a ver ¿Cuándo empezó a sentirse así?

-Pueeeees, la última vez que disfruté fue con la Revolución Francesa ¡Ank, ank, ank! (cómo esperan que se ría la muerte). Se lo juro, yo encima de la guillotina descojonada de risa. ¡Qué invento, muñones! Me lo daban todo hecho, y encima con ese toque tan chic de los franceses, ya sabe. Que anda que no son ustedes los americanos burros, perdone que se lo diga ¿sabe lo que es levantar un espíritu después de estar sentado en la silla eléctrica?

-¿Hace falta que responda? Necesito un vaso de agua o un tranquilizante o…o…

-Beba, beba, no se corte. ¡Pues es horrible! Si tuvieran que estar cargando con ese tufo hasta el abismo se lo pensarían dos veces.

-Bueno, no sé, siempre he estado en contra. ¡Pero que estoy diciendo… y por dios no me mire así!

-¡¿Así cómo?!

-Déjelo, no es culpa suya, lo siento, mil perdones, no se me excite por favor. Bueno, también tiene sus cosas buenas ser la…esto es imposible…quiero decir que cuenta usted con fama en todo el mundo.

-Sí, no vea. Están invitándome a tomar café cada dos por tres.

-No me refería a eso. Píenselo, le han dedicado títulos de canciones, de películas, le tienen pavor en todo el planeta, hay quien en ciertas fechas se disfraza de usted.

-Lo reconozco. La fama es muy golosa, pero te sientes incomprendida. Yo más de una vez me conformaría con que los domingos me invitasen a un buen asado con patatas.

-Mujer, es que tiene unas cosas…perdón, perdón. No se me venga abajo. Bueno, veamos, dígame qué le gustaría cambiar.

-Para empezar el nombre, que no me acaba de convencer, yo que sé.

-Ah…¿Y ha pensado alguno?

-Adolfa, Benita…ahora mismo no sabría decirle.

-Madre mía, mira que me lo temía…Con calma, tampoco es algo esencial. Céntrese en el meollo del asunto.

-Pues que no me habitúo a estos tiempos modernos. Antes era mucho más fácil, llegaba la hora fatal, cogía mi guadaña, me presentaba en el sitio en cuestión y ¡ZAS¡

-Joder, qué susto ¿no podría gesticular menos?

-Mea culpa. Me contendré. Quería decir que antes daba gusto. A veces charlaba con las almas de los muertos hasta la mismita puerta del olvido.

-Comprendo ¿y ahora?

-¿Ahora? ¿Le cuento la última?

-O váyase si quiere, no importa. Tengo muy poca educación, déjeme con la palabra en la boca, no me molestaré…

-Calle un poco ¡por todos los psicópatas!

-…

-Escuche: Varón, 55 años, raza blanca, divorciado y con dos hijos, empresario, en la quiebra…al grano, infarto de miocardio. Todo perfecto ¿no? Pues NO. El tipo va y me dice que sí, que sí, que espere un poco y me atiende. Y yo: Oiga que la muerte no puede esperar, que la hora es la hora. Y él empieza a gritarme que si sé por lo que está pasando, que tiene que aguantar muchísimo estrés, que necesita acabar esa llamada que está haciendo.

-Y usted…

-Descolocada, atónita, de mal humor, y nada que me senté en un banco a que el buen hombre colgase el dichoso aparato. Media hora, Dr, media hora afilando la guadaña mientras miraba a los patos nadar. Y cuando por fin cuelga y se acerca me dice que vende pólizas de seguros, que podíamos hacer negocio, que no nos pillaran los inspectores…

-Comprenderá que no de crédito y que me esté volviendo demente ¿no? Ji ji ji ji…jo jo jo

-Pues no. ¿Por?

-Ehem. Cosas mías, siga, siga doña segadora de almas…

La muerte sigue contándole todo sin percatarse de que el Dr se ha levantado y puesto un cucurucho de papel en la cabeza.

-Pues como eso, cientos de cosas. Están todos locos ¿lo sabía?...

-Síiiiiiiiii….glup glup glup…

-Aunque quizá sea culpa mía. Toda la eternidad con esta pinta…lo mismo si me pongo algo más moderno, o me compro un portátil. No, ya sé, monto un gabinete, me cojo unas vacaciones, treinta dias al año para irme al campo a pescar o lo que sea. Estaría bien, sí. Relax. Que no puedo seguir así.

-Y cambiar la guadaña por una pistola, es más rápido ¡no lo olvideeeee! Beeeeeee, beeeee, beeeee…- se oye gritar a Black desde el otro lado del despacho.

-Tiene razón, voy a intentarlo. ¡Por todos los actos atroces! Desde hoy, juro que nunca más volveré a pasar agobios. ¿Sabe, estoy mejor? Gracias por escucharme.

-No se preocupe querida, es la soledad y eso de no poder contarle sus problemas a nadie.

-Cuánta razón lleva. Y pensar que he estado a punto de crear un caos global. Mire, Dr, esto tenemos que repetirlo la semana que viene, que me hace mucho bien.

-Lo que quiera, faltaría más. Llame a mi mula y concrete cita que yo la espero en mi castillo de arena.

-Muy bien, pues ya está, entonces. ¡Qué tarde es! Me voy, que tengo un par de sitios pendientes. Hasta la semana que viene…o…espere…me da que no va a estar usted disponible. Veamos, Dr Black, psiquiatra, eso es, aquí está. Quiero decir que hasta la noche…no se preocupe por la escalera, la cambiaran por una que resbale menos. Lo dicho, hasta la noche a eso de las diez y media.

-Adiós, guapetona.

Thursday, November 23, 2006

Volver (Ficción VII)

Martes, 21 de agosto de 2006

Hora 09: 23. (Suena el despertador)


Acabo de despertar y no consigo abrir los ojos. Llevo unos cinco minutos intentándolo y no lo consigo. Además tengo una jaqueca inmensa. Me duele tanto la frente que no consigo escuchar los latidos del corazón, no los siento dentro del pecho, no puedo concentrarme en nada más ahora mismo que en las terribles punzadas que van de mi nuca al espacio despejado de pelo que hay entre mis cejas. Me va a estallar, me late cada una de las venas de la cabeza. Mi corazón decidió salir de viaje sin mi permiso mientras dormía. Debe tratarse de eso. Salió de su espacio habitual hasta hacer stop dentro de la cavidad craneal. Me late la cabeza y… me late el pene. Estoy empalmadísimo. Tengo la polla tan erecta que podría izar sobre ella el estandarte legionario mientras diez pelotones me la juran a paso militar sin perder un ápice de rectitud. ¿Por qué estoy así?

Trato de recordar.

Nada.

Me lo tomo con calma mientras procuro cambiar de postura. Tengo los brazos agarrotados y me pesan las piernas un quintal. Estoy hecho una auténtica mierda y no tengo ni la más remota idea del por qué. Voy a darme otros cinco minutos antes de levantarme e ir al baño. Muevo los pies hacia atrás. Toco unas piernas. ¡Joder, joder, jodeeer! Hay una tía en mi cama. Pego un respingo y separo los pies de su cuerpo con espasmo y espanto. No recuerdo nada. ¡La hostia! No recuerdo una puta mierda. No me muevo en unos minutos esperando haberla despertado, esperando que se levante, se vista y se vaya a tomar por culo. A todo esto ¿Le di por el culo anoche? Ni idea. Nada. Soy pura incongruencia e ignorancia. De lo único que me convenzo es de lo mayúscula que tuvo que ser la noche pasada. No sé en que sentido, pero así debió ser.

Entra el sol por la ventana, hace calor. Empiezo a olisquear algo. Es la cama. Aspiro más fuerte y me mareo. Un asqueroso hedor fétido se va apoderando de la atmósfera del cuarto. Noto mis muslos empapados de un líquido viscoso que empieza a resecarse. ¿Pero qué coño? Me muero de vergüenza con todo lo que se me viene a la cabeza. Lo primero es si vomité. Si lo hice debió ser al quedarnos dormidos, pero eso da igual. Por dios qué no haya vomitado. Tengo el estómago a pleno centrifugado. Conforme me desperezo voy descubriendo con horror los posos de mi descontrol. No puedo beber ni tomar comidas pesadas, me lo tienen prohibido. “Si te pasas atente a las consecuencias, tu estómago no es una caldera a prueba de fuego. Recuerda la ley del cubo”- me decía Mikel. Pienso en su ley del cubo.

Un cubo, como todo continente, tiene una cierta capacidad que no puede ser sobrepasada. Si llenas el cubo hasta cierto límite de líquido no puedes depositar dentro una piedra o el líquido tendrá que ser evacuado.¿Entiendes?

A modo de ejemplo, si te tomas diez copas una noche no te comas una hamburguesa con doble de queso después. Líquido, sólido o ambos saldrán de tu cuerpo sin remisión. Lo pienso y las posibilidades son infinitas. Creo que vomitar no es lo peor que podría haber pasado. Las vías de escape del cuerpo humano no se reducen sólo a la boca.

¡No quiero ni pensarlo!

Un retortijón hace que me convulsione y tenga ganas de vomitar. Tengo que levantarme ahora mismo, YA. Aparto las sábanas, el frió del suelo al apoyar los pies me espabilará. Está caliente, está mojado. He pisado un charco de…algo. La he armado tremenda. No quiero ni abrir los ojos. Me maldigo cien veces y a tientas consigo incorporarme. Voy descalzo, ciego, mareado, entumecido, dolorido, a punto de desfallecer hasta el baño usando de apoyo la pared. Dejando en cada baldosa huellas líquidas. Por fin estoy dentro y cierro la puerta intentando que no emita ningún sonido. Es ahora cuando quiero que no se despierte nunca. No hasta que esté preparado para el millón de insultos y golpes que me va a dar. Sea quien sea:

¡Hijo de la gran puta! Voy a matarte. Cerdo, cabronazo de mierda. ¡¿Qué has hecho conmigo?! Voy a mi casa y volveré para darte una paliza. Voy a hundirte la cara en tu propia mierda, hijo de perra. No vas a poder salir de nuevo a la calle. Te voy a hundir en la miseria…

Quiero me trague la tierra, no, quiero desaparecer para siempre. Quiero no haber existido nunca. Agua, agua, necesito echarme agua en la cara. Pensaré mejor. Recogeré todo lo que pueda y qué coño, puede que haya sido ella, es más, puedo convencerla de que ha sido ella y no volver a vernos nunca. Nos gritaremos, nos pelearemos. En realidad si que soy todo lo que me llamará sólo por pensar esto. Estoy sudando, sudo como nunca antes lo había hecho. Necesito mojarme la cara. Abro el grifo de agua fría y me mojo las manos, dejo que me chorree a gusto antes de llevármelas a la cara,restregar con fuerza y secarme con la toalla.

Ábrelos, ábrelos, ábrelos…- pienso con fuerza.

Me asusto al verme pálido como la parca, tengo unas ojeras del quince, la lengua como papel de lija y las manos…

…todo pasa a cámara lenta. La toalla cae al suelo a cámara lenta, como plomo. Mis brazos van hacia delante a cámara lenta. Mis manos asían el pomo de la puerta a cámara lenta. Todo está desenfocado. Estoy abandonando mi cuerpo. Entro de nuevo a la habitación. Me muevo torpemente, mis pies se arrastran. Las lágrimas heladas del más puro miedo me caen por las mejillas. Todo a cámara lenta.No quiero que se despierte nunca,no va a despertarse nunca.

La discoteca, las copas, la caza, su cuerpo, mi cuerpo. Hablamos, reímos, bebimos, volvimos a beber, nos fuimos a casa, follamos. Gritos, golpes, clemencia, horror… No he vomitado, no me he meado en la cama. Es todo mucho peor. No tengo resaca, ni mi estomago quebró la ley del cubo. Recuerdo todo.

La sangre, su sangre en mis manos, en mi pecho. He dormido en un lecho de sangre. Hasta el abrecartas que tiene hundido en el pecho me es vívido en la memoria. Lo recuerdo todo, no recuerdo nada. Me estoy muriendo en vida. Sólo veo sangre. Sangre.

¡Por dios, un cuerpo no puede guardar tanta sangre!

Mikel no me volverá a dar permiso, no más salidas, no más “estoy preparado”. Me pasaré la vida preso. Me joderan de lo lindo o lo que es peor: viviré en la puta celda acolchada toda la vida. Me reventaran el cerebro. Anularan mi voluntad. Tengo que salir de aquí, no pienso volver allí dentro, no pienso volver a ponerme la camisa. Mierda de pastillas, mierda de pastillas. ¿Dónde coño dejé la mierda de pastillas?


Martes, 21 de agosto de 2006

Hora 09: 38. (Suena el despertador)



Acabo de despertar y no consigo abrir los ojos. Llevo unos cinco minutos intentándolo y no lo consigo. Además tengo una jaqueca inmensa.

-Oye tío, me estás asustando. ¿Te pasa algo?

-¿Qué…? ¿Quién…?

-Laura, ¿recuerdas? Menudo despertar el tuyo. Hemos pasado la noche juntos. Es hora de levantarse, ha sonado dos veces el despertador.Me tengo que ir a trabajar.

-Me va a reventar la cabeza.

-Te dije que no bebieras tanto. Vaya miradita me estás echando ¿Pasa algo? No soy un fantasma,reacciona,que tengo que vestirme, cielo.

-Necesito una ducha.

- Y que lo digas, no has parado de sudar en toda la noche. ¿Un mal sueño?

-Oye, ¿has visto un botecito de pastillas por ahí? Debería tomar alguna. Estoy en tratamiento.

-No, que recuerde, las habrás perdido por ahí. Tengo paracetamol en el bolso. ¿Te acerco dónde te las recetan?

-No gracias, déjalo.

-Como quieras. Esta noche salgo a las nueve. ¿Repetimos?

-Sí, claro. Precioso abrecartas.

-Un regalo. ¿A las nueve?

-A las nueve.


No pienso volver allí dentro,pase lo que pase.

Monday, November 20, 2006

Desde el jergón


Creo recordar que es hoy, si no lo es no importa porque ¿sabes, Reina? Hoy me apetece hacerte llegar ese abrazo de esta forma. Aquí lo tienes, por andar cerquita y ser de las primeras. Felicidad infinita por guardar tanto dentro de ti y por los que queden. ¡Salud, hermana!

No habrá más luna llena

No la veremos más

Nos deja a ciegas

Y se va

No esperes que vuelva

No volverá

Ya es luna nueva

Ahora que no la ves

Sin más problemas te la crees

Creerás lo que puedas

Acuérdate

Ya no te perderás afuera

En la luna nueva

Casi como volar

Nunca te perderás

Debajo de las estrellas

Ahí es donde estás

¿Qué es lo que esperas?

No esperes más

Es un poco tarde para esperar

Todas las estrellas

Contigo van

Es mejor no correr

¿Hacia dónde?

¿Para qué?

¿Con quien?

Es mejor sin gritar

Deberías saberlo ya

¿Qué es lo que esperas?

No esperes más

Es un poco tarde para esperar

Todas las estrellas

Contigo van

Aún queda candela

Para qué esperar.

Dale.Disculpa la calidad el video, es el único que encontré. Por cierto, mañana le toca a mi hermano. Qué cosas.

Saturday, November 18, 2006

Cruzando miradas

Es como si cada planeta se quedase sin órbita. Es reencontrarse con algo perdido. Poder abrir dimensiones desconocidas en el aire moviendo los brazos al abrazarte. Es como besarte en la cara oculta de la luna.


Es como si todo se pusiese a andar. Como estudiar un pequeño misterio. Como si explotaran mil tanques de color a cada paso. Como ver caer meteoritos en cada esquina. Como fundir un glaciar. Escuchar el primer llanto de una vida. Es juntar lo irreconciliable.

Es como si me influyese la marea. Como poner boca arriba mi centro de gravedad. Es subir hacia abajo. Es espectáculo. Es seguir “atontao” una estrella fugaz. Es resolver un crimen sin pistas. Es hablar con un acento no escrito. Es crecer empequeñecido. Es rayar un limón en un vaso de ron. Es poder hacer de tu voz algo físico y pegarle un chupetón. Es ver al trapecista sin red ni colchón.

Es estar en un lugar donde no hay prisas y nos podemos encontrar antes de nacer. Donde nos podemos mirar antes de ver. Donde no hay distancia, ni frío, ni viento.
Es tener un reloj donde nunca es tarde, ni pronto, ni a destiempo. Donde no hay silencio,ni oscuridad, ni miedo. Ni espacios, ni atmósferas, ni océanos.

Es como soltar lastre y salir vencedor de un duelo. Es sacar magia de un sombrero. Es ser a la vez santo y cabrón hechicero. Es meter la mano en el bolsillo que te tapa el trasero. Es gritar “motor y acción”. Es suspirar “¡guapa, bombón!”. Es como ir a raptarte y dispararle al mundo para borrar nuestras huellas con un gran pistolón.

Es como meterse un chute, como levantarle a la policía el dedo corazón. Es tener delirios de grandeza de estar apoyados en el mismo almohadón. De dormir a tu lado hasta que salga el sol. Es despertarse sin confusión. Es viajar sin equipaje ni dirección. Es el más intenso coito, el mejor polvo sin condón.


Y es que sólo con mirarme...


se desata un enorme incendio a mi alrededor.

Friday, November 10, 2006

Vivirlo peligrosamente



Acababan de besarse intensamente. Entonces él le preguntó sobre como era estar con ella. La mueca de una pérfida sonrisa se dibujó en su boca y sólo alcanzó a decirle: No te gustaría cariño, créeme.

Él insistió:Prueba.


Imagina el peor whisky de garrafa quemándote la garganta.

Imagina el peor cigarrillo lánguidamente prendido en tus labios.

Imagina el peor tugurio de putas y moteros.

Imagínate dentro.

Imagínate sentado en una barra tatuada por cien muescas a puñal.

Imagina la canción más estridente.

Imagina el olor a gasolina quemada.

Imagínate en medio de la nada.

Imagina los tremendos golpes al chocar las bolas del billar.

Imagina que la número 8 cae al suelo.

Imagínate en negro.

Imagina el suelo mojado de cerveza caliente.

Imagina tus botas pisando botellas rotas.

Imagina la adrenalina masticada en cada boca.

Imagina el trapicheo.

Imagina la marea de fuego.

Imagina bultos bajo chaquetas de cuero.

Imagina la impaciente espera por sacar la quincallería.

Imagina los neones sobre las estanterías.

Imagina la coca sobre la mesa de la esquina.

Imagina las bocas partidas.

Imagina las púrpuras cicatrices vistiendo pieles.

Imagina el culo de Peggy restregándose en cada paquete.

Imagina no poder respirar por el humo del ambiente.

Imagina empujones y provocación.

Imagina la perversión.

Imagina mis zapatos de tacón.

Imagina que te agarro del cinturón.

Imagina mis ojos negros perdición.

Imagina mi boca roja tentación.

Imagina mi piel de leche bendición.

Imagina el contoneo de mis caderas dulzón.

Imagínate con un tremendo colocón.

Imagina mi mano quemándote el pantalón.

Imagina mi lengua enroscándose en la tuya con pasión.

Imagina que te pego un bofetón.

Imagina que te vuelvo a romper el corazón.



¿Te lo imaginas? Estar conmigo es montarse en una montaña rusa. Puedes utilizar las metáforas que prefieras.


Esperó paciente una respuesta. Él sonrió también, llevaban media botella.


Sólo había una respuesta posible…

Sunday, November 05, 2006

Perfúmame


Amanéceme…


...Con el cálido soplo de tu aliento en mi cuello.







Derríteme…


...El traje de piel de escarcha que espera tus soles.





Riégame…


...Con húmedad, los pétalos recién nacidos de mi boca.






Arráncame…


...De infértiles tierras que secan mis raíces.







Guárdame…


...Para siempre en la alforja anudada a tu cintura.






Y germíname…


...Con tu magia, para crecer de nuevo en mil sensaciones.



Agradecerle las preciosas fotos hechas en su jardín y que inspiraron la entrada.Esta SÍ es de los dos ¿Consientes por una vez? ;)



Wednesday, November 01, 2006

Ve a la carrera.



A quien levanta pasiones arcaicas en un corazón moderno en estos dias de prisas y solterías. Y me hace tocar infinitos rincones de mi alma sin saber que existían. A músicos ambulantes y actrices de feria. A quien no va sobre seguro y a quien me pasa las anfetas. A las niñas con piercings y tatuaje entre las caderas. Al ciego del barrio y sus piropos horteras. A los que en un stop queman rueda. Al ex - yonqui que recoge la basura en mi escalera. Al perro que ladra por la noche, a la vecina que se queja. A la máquina sexual del 5º- derecha. Al gilipollas periodista de exclusivas de tercera. A la mujer del frutero cuando se agacha a por peras. Al escote de la golfa que me hizo aquella encuesta. Al grupito de marujas que me llaman calavera. A la pija que “no quiso” y hoy me busca la bragueta. Al soldado temeroso de metálica chaqueta. A San Nacho Vegas. Al tontolculo de Pedro por perderme la chaqueta. A los lúbricos momentos de Begoña en mi bañera. A los amigos del alma que no llaman en las fiestas. A la madre que parió a Cortázar y Rayuela. A las niñas que en esquinas venden almas por monedas. A jubilados muertos de asco y a sus esposas con jaqueca. A la pastilla milagrosa que levanta la flojera. Al capullo que esto escribe sin tener ni puta idea. A las que se quedan para vestir santos y a las de los cafés de carretera. A las universitarias felatrices que no se sacan la carrera. Al sospechoso habitual que acaba sin condena. A machotes y machistas porque lloren como Magdalenas. A su pelo moreno cuando lo recoge en coleta. Al aro negro que me cuelga de la oreja. A quien canta el último hit sin conocer la mitad de la letra. A quien oye a Bowie, Reed, Waits y a las bakalas maquineras. Al poeta cabrón que me tiene con ojeras. A los besos de esa niña que me enciende la caldera. A Benedicto no-sé-cuántos, a las homo-parejas. Al trío de las Azores para que desaparezcan de escena. A las amenazas incumplidas y a las promesas que no llegan. Al que me viene con penas, al que clama ¿y a mi qué me cuentas? Al político corrupto y al idealista sin fronteras. A los vampiritos que lo ven negro ya en plena adolescencia. A quien le jura a la patria de la vida antes que a ninguna bandera. A quien sujeta un libro como única escopeta. A inmigrantes ilegales para que pisen cualquier tierra. A esa madre soltera que a fin de mes no llega. Al feliz recién casado que teme que la pasión se muera. A quien vive en el infierno de las agujas por chaperas. Al enfermo terminal que le sonríe a su enfermera. A los goles por la escuadra que mete Libertad sin fronteras. Al nihilista convencido ¡sálvese quién pueda! Al que trabaja en la fórmula de la igualdad, para cualquiera. A quien mide por el alma y no por la billetera. A todo lo que me dejo en el tintero si es que cogen ustedes la idea…

A los grandes Eggy y Biosofia, por acudir a la carrera.

TODO PUEDE CAMBIAR

Thursday, October 26, 2006

1/2 Gramo de amor y deslealtad


¡Ya va, joder!

Javi vuelca un poco más en el espejo del pequeño estuche de maquillaje de Marta. A este paso nos la vamos a acabar antes de lo previsto. Llevamos más de quince minutos encerrados en el servicio de señoras y ya empiezan a aporrear la puerta. Javi se está partiendo de la risa. Más de quince minutos dentro. Javi está de puta madre. Está tan de puta madre que no le digo nada cuando desde fuera nos llega la voz de quien aporrea la puerta amortiguada por el God Save the Queen de los Pistols:

¡Que ya os vale!, ¿qué coño hacéis?

Más de quince minutos dentro. Más de medio gramo. Todo en el espejo del pequeño estuche de maquillaje de Marta, la novia de Javi. Por eso siempre está perfecta, por detalles como llevar en el bolso este estuche, por esos vaqueros ceñidos a las piernas, por sus botas negras de tacón, su perfume capaz de ponérsela tiesa a un muerto –no se de qué coño estará hecho- y esa habilidad innata de permanecer toda la noche con su larga melena marrón perfectamente colocada. Perfecta y encantadora. Javi me dice que ya están preparadas y yo pienso en Marta. En nuestra conversación de ayer por la tarde en la tetería cuando me dijo que le iba a dejar, que últimamente se le estaba yendo mucho la mano con la farla.

La de la izquierda es mía que para eso me las estoy currando- me dice. Yo dejo de mirarme en el espejo, pálido y con las pupilas como dos pozos de agua cristalina. Asiento con la cabeza y no digo nada. Tengo el pulso a mil por hora y me empieza a escocer la nariz. Es 4 de Enero, sábado, y estoy en el Antro, en el jodido cuarto de baño de señoras del Antro con Javi esperando que le diga algo.

¿Sabes? Creo que ya sé que le voy a pedir a los Reyes Magos este año.

Me cago en la puta de oros – me dice atónito - ¿ahora estás pensando en eso? Se nos va a enfriar la cena – y mira las dos rayas de coca.

Ahora sí, justo en este preciso instante, estoy pensando en eso.

Sé que le acelera mi actitud cuando me pongo así. De hecho pienso en ello un momento y multiplico eso por las cinco rayas que lleva en el cuerpo. Joder, debe estar a punto de explotar el mamón, debe estar de los putos nervios.

A ver ¿qué hostias le vas a pedir a los Reyes Magos este año, gilipollas?

Respondo tan convencido de mi mismo que por un momento veo en sus ojos la certeza de que sus Majestades me concederán el presente deseado.

Un tabique nasal de platino, eso.

Me mira con mala cara, serio, circunspecto, casi dudando de que yo sea real.

Estás como una puta cabra, tío – y rompe en una gran carcajada antes de encorvase y aspirar la coca con fuerza. Cuando se levanta con el billete de 50 euros enrollado veo una lágrima en su ojo derecho. Ha tenido un buen viaje.

Te vas a hacer polvo.

Tranquilo, y venga, que Marta me mata como no aparezca pronto.

No creo que te mate – le digo yo, cojo el billete y le imito. No le digo nada más. No hablo con él de la tetería, ni de Marta, ni de nuestra conversación, ni de lo perfecta que está siempre. Ni que dentro de unas horas cuando despierte después de habérsela follado hasta arriba de coca van a discutir, van a gritarse y ella va a dejarle. Supongo que lo hago porque le veo de puta madre, porque está hasta arriba de perico y no quiero joderle este momento. Supongo que lo hago porque quiero a mi amigo. No quiero darle disgustos esta noche. Ni decirle que estoy enamorado de ella, de Marta, desde el preciso momento en que nos presentó como su novia y su mejor amigo. Sé que ella sintió lo mismo y que en realidad hemos buscado los dos esta excusa. Ni reconocer lo grandísimo cabrón que soy por dejar que esto pase. No quiero nada de eso.

Así que levanto la cabeza y salimos del aseo apartando a las dos niñatas que se estaban meando en las bragas.

Pide otro para mi – me dice al oído, sonriendo.

¿Cómo?

Sí, otro tabique nasal de platino.

Ya la veo a unos metros, me está sonriendo como ella sólo sabe. La voy a querer siempre.Empieza a sonar otra canción, me sé la letra, voy a cantársela mañana mismo. Antes contesto a mi compañero, al oído también, sonriendo también, puesto de de coca también por última vez en mi vida para estar con Marta. Me juro que voy a dejarlo esta noche y le digo:

Lo que tú digas, amigo, lo que tú digas. ¿Una cerveza?

Tuesday, October 24, 2006

Sucesos

Resumiendo.

No tenía pensado darles a conocer los momentos de desasosiego que me han asaltado de un tiempo a esta parte, ya les dejé caer que no eran nada más que las vicisitudes que le pueden pasar a cualquiera. Ahora que queda relativamente lejos, pienso fríamente en todo lo que pasó y considero que no es digno de mencionar aquí. Sin embargo, y a raíz del "pide y se te dará" -me refiero a los comentarios de una de las entradas anteriores, en la que preguntaban-, ahí va uno de ellos, y si les suena a cuento están en lo cierto, porque al final ya les dejo yo la conclusión.

Llevo meses haciendo caso de la premisa “el deporte es salud” y como San Basket me prohibió en mi época de instituto ejercitar cualquier deporte intensivo –casi “cualquiera” vaaaale- mediante una lesión de rodilla, he de conformarme con recorrer largos kilómetros caminando lo más deprisa que me dan las piernas.

Lo hago en una zona destinada a tal fin en la ciudad.Esas llamadas vías verdes con carril asfaltado para cicloturistas y otro destinado al resto de gente. No me queda lejos. Salir de casa, cruzar un parque de dimensiones aceptables para una ciudad como ésta, diez minutos más andando y llego a la zona en cuestión.

¿Vale? Sigo.

Como en todos sitios cuecen habas, aquí también hay malas hierbas y a mi me toco la lotería una de esas tardes en las que regresaba a casa mientras cruzaba dicho parque. Puedo prometer y prometo que no jugaba ni un solo número y he aquí que me toco el gordo, aunque sé que no he sido el primero ni el último en contar con la “agradable compañía” de los fulanos que me cortaron el paso.

Soy de la opinión de que la valentía hay que dejarla para momentos particulares, así que lo primero que pensé cuando empezaron a darme empujones pidiéndome dinero para unas cervezas fue: “Amigo, el cementerio está lleno de valientes bocazas”; y aguanté el temporal. Eran cuatro al principio –los más pequeños, que debían tener unos diecisiete o dieciocho años- y dos más – mayores que el resto- que se les unieron al final.

La escena:

Mientras que, con más parquedad que otra cosa, me proferían insultos para amedrentarme -a mayor gloria de su diversión-, yo con sangre fría comprendía mi posición de seguro perdedor de la partida, por lo que sin levantar un ápice la voz les rogaba que me cedieran el paso. Tiras y aflojas continuos hasta que uno de ellos me agarró del brazo. No fue algo premeditado el intentar zafarme de él, puro instinto, pero a veces el instinto es una putada. Tanto que llegaron los dos mayores en edad y más peligrosos; y antes de poder salir a correr ya tenía a uno de ellos maniatándome por detrás.

¿Y el otro?

El otro fue el que me golpeó debajo de las costillas con fuerza para después levantarme la cabeza y ponerme un pincho en los labios.

“Eres un mierda y como te vuelva a ver por aquí, te rajo la boca con esto”

Nunca había pensado que sentiría el frió de una navaja en la piel, ni que pudiese temer por mi vida si a un loco de este calibre se le va más de la cuenta la mano. Y lo tuve, reconozco que estaba muerto de miedo. Sentir el plateado de la navaja en la boca y escuchar aquellas palabras…es cierto eso de que en momentos en los que te estás jugando el pellejo bastan unos segundos para que salga a la superficie lo que a la postre es lo importante.

¿Y?

Pues ni MÁS ni MENOS que eso. Quiero decir que buscaban gresca y que el altercado acabó así, con un moratón en mi cuerpo que ha estado tomando diversos tipos de color hasta desaparecer. Conmigo dándole las gracias a quien corresponda porque a mis “amigos” no se les fuera la mano y me “dejasen ir” después de utilizarme como saco de boxeo.

Lo que más me jode es que cada vez que tenga que pasar por allí voy a sentir de nuevo la sensación en los labios de aquel frió gris. Aunque eso no es lo importante, cosas de este loco que escribe. Me quedo con el susto, me quedo con la vivencia, me quedo con lo aprendido, me quedo con todo, pero sobre todo me quedo con el sentimiento y pensamiento que tuve al llegar a casa con la cara blanca y respirando por no estar en un hospital con la boca desfigurada o el estómago abierto o ve a saber qué: ella estaba conmigo y sólo pensaba en protegerla de esto y seguir como cada día. Con ganas de darle todo.


Y eso, en los tiempos que corren, pues eso, ya sabes…


PD. A mis captores, ya sé que no leeréis esto –aunque lo tuvieseis frente a la cara no sabríais- sin embargo: Gracias por quitarme unos años de encima y abrirme los ojos, valientes hijos de puta.

Monday, October 23, 2006

A solas contigo.

Hay veces que no encontramos palabras para expresarlo, o que queremos decirlo de otra forma. Yo quiero decírlo hoy así, para que levante ese ánimo y esa sonrisa capaz de hacerle a uno rozar con los dedos las estrellas. A ella, que me dijo y me mostró que “por la boca vive el pez” y porque pase lo que pase ese pez seguirá viviendo: yo encontré también una de esas letras que te llevan hasta el otro y ¿sabes?...


Siempre que estoy a solas contigo
Me haces sentir que estoy en casa
Siempre que estoy a solas contigo
Me haces sentir que soy una persona completa
Siempre que estoy a solas contigo
Me haces sentir que soy joven
Siempre que estoy a solas contigo
Me haces sentir que soy divertido
Siempre que estoy a solas contigo
Me haces sentir que soy libre
Siempre que estoy a solas contigo
Me haces sentir que soy inocente
Por muy lejos que esté siempre te amaré
Por mucho que viva siempre te amaré
Diga lo que diga siempre te amaré
Siempre te amaré...


Love Song-The Cure


¿Más?


Por tu sonrisa, que deshace cualquier nudo, hoy dejó de llover. Por tu sonrisa,que es "just like heaven".

Wednesday, October 18, 2006

Piel a Piel


No hay mirada más candente ni mayor expectación.

Ni hay órganos ni latidos ni carne más viva.

No hay milímetro de piel ni avidez más encendida.


Hago prisioneros de mis labios tus pechos desnudos

Y mi boca ensalivada traza esferas circulares

Alrededor de los diamantes que los coronan palpitantes.


Sube y baja ansiosa, por la tersura de tu cuello

Mi lengua dando fuego a tus ansias de tenerme

Y mi mano te obedece al perderse entre tus muslos.


Pinta de rojo pasión la vergüenza tus mejillas

Cuando mi mano ya mojada sujeta la tuya

Y entre susurros temblorosos y primeros gemidos

Te pido que me enseñes tus momentos de egoísmo

Que sentados en la cama son ahora compartidos.


Y declaro de único el frenético momento

En que frente a mi descubres el aroma intenso

De la fuente que baña la eterna flor de tu secreto

Y apresuro mis ganas de entregarme

En forma de interminable beso

En los labios más prohibidos, bajo el más prohibido vello.


Siento tus dedos expertos en la nuca

Cuando tu voz me pide que recorra

Senderos nunca andados por mi boca

Y me enseñas, profesora,

A caminar sobre las olas

Que confluyen en el océano soñado

Por nuestras lenguas lujuriosas.


Noto como crece mi deseo

Al rozar tu puerta de la gloria

Y hago reposar tu cuerpo

Con rápido y certero movimiento

Tendiéndolo sobre la cama

Pidiéndome llevarte al cielo.


Y en grito tu voz se quiebra

Del más puro placer

Cuando por vez primera

Con calma y sosiego

Entra y se hunde mi deseo

Fundiendo y derritiendo

Tu panal de caliente miel.


Y sin más santo abrigo

Que tu sexo contra el mío

Sin pararnos de mover

Nos hacemos sólo uno

Sin cansarnos de tener

Salvajes orgasmos

Que nos hagan dudar

De haberlos sentido así

Alguna otra vez.


Exhausto mas no rendido

Dispuesto a buscar y sentir

El arrullo que apague

La marea de fuego prendido

Por el deseo de escuchar,de ver,de hablarle...

Cada dia,cada hora,cada segundo...




...A tu piel.

Wednesday, October 11, 2006

A la luna más llena

Ay de mí, tesoro, si busco y no encuentro paño donde guardar el oro bote de tu pelo.

Ay de mí, vida a tres bandas, si cuando cansas de jugar no sé hacerte de tronera.

Ay de mí, flor entre el asfalto, si cuando corras no sé guiarte a la meta.

Ay de mí, candelita, si cuando tiemble tu llama no sé, encendida, mantenerla.

Ay de mí, brisa frugal, si cuando amaines en tu soplo no sé levantarte en huracán.

Ay de mí, perla morena, si cuando entristeces no sé tu risa hacer estallar.

Ay de mí, tinta de mi pluma, si cuando tartamudees no sé escribir a tu dictado.

Ay de mí, patio de feria, si cuando canses de bailar no sé tocarte una zarzuela.

Ay de mí, vino dulzón, si cuando tengas medio vaso no sé sangrar para llenarlo.

Ay de mí, plata fina, si cuando quieras empeñarte no sé pagar por lo que vales.

Ay de mí, espuma de mar, si cuando llegues a la orilla no sé, en arena, mojarme.

Ay de mí, ánima de pájaro, si cuando vueles raso no sé, hacia el cielo, empujarte.

Ay de mí, dorado eslabón, si cuando amenazas con romperte no sé soldarte.

Ay de mí, corazón, si cuando tu latido aminora no sé, cual descarga, reanimarte.

Ay de mí, trino a la mañana, si cuando no quieras escuchar no sé silbarte.

Ay de mí, razón de mi sin razón, si cuando piensas que necesitas no sé darte.

Ay de mí, noche oscura, si cuando aúllen tus lobos cerquita no sé abrigarte.

Ay de mí, puerta siempre abierta, si cuando llames a tu lado no sé quedarme.

Ay de mí, ojos de miel, si cuando brotan en ellos lágrimas no sé secarte.

Ay de mí, costurera de heridas, si cuando te hacen daño no sé, canalla, vengarme.

Ay de mí, guerrera incansable, si cuando no hay balas en tu cargador no sé armarte.

Ay de mí, camino de rosas, si cuando aroma pierdas y marchites no sé regarte.

Ay de mí, Dulcinea sin Quijote, si cuando atisbes molinos no sé hacerte de gigante.

Ay de mí, sin ti, que no voy.

Ay de mí, sin ti, que no estoy.

Ay de mí, sin ti, que no soy.

Ay de mí, sin ti

.

.

.


Feliz cumpleaños, mami.

Sunday, October 08, 2006

Patada a la apatia


Es domingo por la noche y estoy solo en casa. Quería auto-animarme y no encuentro mejor remedio ahora mismo que poner a todo trapo en el ordenador a este grupo. Esta noche sólo tengo ganas de eso, de no comerme la cabeza con nada, de haceros participes de este estado de dejadez y simplemente…simplemente…no, mejor me callo lo mío y me dejáis lo vuestro en los comentarios que estoy en alegre frenesí y no quiero parar los pies.

A veces una imagen sí que vale más que mil palabras: alucinógeno, anfetamínico, psicotrópico, inspiradísimo…esdrújulo.


Take your mama out all night



Y tú ¿sonreíste?