Thursday, December 07, 2006

Unas veces se gana y otras se pierde


He tenido que pasar, lamentablemente, muchos dias desde hace dos años hasta ahora en un hospital. He visto de todo. He visto como mi padre se iba consumiendo hasta agotarse, lo peor fue que desde el principio no había esperanza para él. Se lo llevo un cáncer. Dos años con frecuentes revisiones, pruebas, malas noticias, salas de espera, interminables minutos, temidos resultados, largas sesiones de quimioterapia…Como él, decenas de personas (sin olvidar a sus familiares).

Desde el jueves pasado llevo viviendo, prácticamente, en una habitación con dos camas, rodeado de decenas de aparatos de los que no conozco sus nombres ni como funcionan. Otra vez. Viendo como la gente se viste con camisones, pijamas y batas blancas. Recorriendo metros y metros de pasillos albinos. Bebiendo mucho café, comiendo muy poco, durmiendo mal, dando ánimos, besos, abrazos, aliento, pensando, temblando…

No aguanto mucho tiempo dentro de estos cuartos, ni sentado en la sala de espera para familiares, así que en el transcurso de estos dias, cuando ella estaba durmiendo, he recorrido muchas de las plantas del hospital. Otro motivo es que de haber salido a fumar a la calle en esos momentos habría acabado con la reserva de tabaco de la zona donde está y prometí que no lo haría. Mis pies han ido a:

Salud mental, digestiva, oncología, ginecología, traumatología, geriatría, cirugía maxilofacial, neurocirugía, radioterapia, hemodinámica, área de cuidados infantiles, protección radiológica, clínica del dolor, zona de quirófanos…suma, suma, suma…

Todo abarrotado, todo triste, todo en silencio. Todos esperando, todos callados, todos indefensos.

En un abrir y cerrar de ojos lo blanco es negro, lo negro es blanco, el negro y el blanco son mil grises diferentes. Sale una camilla para el quirófano, entra un nuevo ingreso, se ríen los que reciben el alta médica, lloran los que dejan allí un ser amado.

¿Quién decide el que sale y el que se queda?

Siempre he sido un tipo de ciencias, pero me resigno a pensar, después de todo este tiempo, que sólo sea cuestión de ésta. Gente que se está recuperando y al final se va. Gente que está al borde del último precipicio y, sin explicación, mejora de la noche a la mañana. Y así muchos más ejemplos. Pasa, sí que pasa, lo he tenido delante, y huyo de la ciencia.

¿Quién decide el que sale y el que se queda?

No tiene nada que ver con eso- me dice un amigo, enfermero en ciernes- o por lo menos es mejor no pensar en ello.

Será eso último, mejor lo lógico y analítico, aunque médicamente se nos vaya de las manos, a pensar en la putada de que no podemos controlar ciertas cosas.

Por supuesto, la medicina, todas sus ramas, avances y descubrimientos son los que deciden y mandan. Pero en esos casos de los que hablo a mi me da que hay una moneda invisible que es lanzada al aire por una mano que no vemos.

Lo mismo es que me hace falta creerlo para poder creer otras cosas (no hablo de cielos ni sitios mejores). Lo mismo estoy demasiado cansado. Lo mismo es mi forma de mantener cierta esperanza ante situaciones que parecen irreversibles, o de negar lo evidente. Yo qué sé. Visto lo visto, cuestiono todo. Y me queda la sensación, en resumen, de que hay juegos en los que apuestan por nosotros sin darnos ni voz ni voto. Si no ¿de qué va esto?

Esta vez salio cara, he sido de los que han salido sonriendo y espero no volver a pisar suelo hospitalario en mucho tiempo. A los que quedaron allí, toda la suerte y esperanza del mundo.

Me voy a dormir, o a intentarlo.

PD. Gracias al servicio de ginecología (enfermeras y doctoras) por su atención y mimo con la paciente de la habitación 243, cama A, que ya está en casa.

9 comments:

Anonymous said...

Uffffffff que alivio!
No quiero explayarme más sobre el tema, no he tenido buenas experiencias, pero sí te digo que la alegría que me da que hayan salido sonriendo, que ya esten en casa, es gigante!
Abrazos enormes para tu mami y vos!

La puta que no te parió said...

Querría alegrarme por vos más de lo que lo trato de hacer, al menos que sepas que trato y que estoy.
Son días difíciles, para cada cual a su manera.
Beso
P.D.:Tal vez en unos días tenga más e para repartir.

Anonymous said...

Un beso cielo... todo mi apoyo y anímate. Estás cansadito y uno se cuestiona muchas cosas en estas ocasiones. Mejor no pensar mucho. Si lo haces te vuelves tarumba.
Te abrazo corazón.

Anonymous said...

Ahhhh, fuerza para tu madre y vienvuelta a casa. ¡Que se recupere muy pronto.¡

Anonymous said...

¿¿¿vienvuelta????

Madre mia.

Anonymous said...

COLLONS, sobre, no tens pebrots per identificarte, es millor ser anónim veritat???


JAJAJA HAY QUE VER LO FINO QUE HILA LA GENTE... porque no creo que me distinga yo por mis faltas de ortografía, si contamos que filología es mi carrera y que un despiste tan evidente lo tiene cualquiera
De todas formas veo que hay quien me sigue de cerca, siempre es un honor despertar algo, lo que sea, bueno o malo, para bien o para mal. Tampoco me voy a privar GATO de decirte que te quiero un montón, tambien para "VIEN" o para mal.
Lo importante que tu madre mejore, ese es el tema.
Sé de sobras que alguien , desde hace tiempo, que no sé por qué, simpatía lo que se dice simpatía, no me tiene,en esta tu página, pero lo verdad, me la rechanchinfla.
Un beso muy dulce,para gato, claro

Alunizado said...

Estoy para pocos comentarios,así que los dejo para otro momento, con su permiso.
Eso sí,gracias y más gracias por vuestras palabras y vuestro cariño constante que es recíproco.

Besos,besos.

MaLena Ezcurra said...

Estoy con vos
con ella

y con todos los que pasan esos momentos de oscuridad.

Eritia said...

Sólo un abrazo de esos que, tú sabes,
son míos...
Un abrazo que abraza.