Thursday, December 14, 2006

Estrellas de Oriente


Empieza esto como acaba.

Sé que será duro. Muy duro. Y lo mismo no tengo derecho a escribir estas líneas, pero vaya por delante, en ese caso, que la intención con la que le estoy dando a las teclas es la mejor que tengo. Va dirigido a las dos, aunque en parte también a mi mismo. Si sirve al menos para que no os sintáis demasiado solas o incomprendidas, o un poco más acompañadas, ya merece la pena.

No habrá en esta entrada imagen de cabecera. No habrá ni rima ni verso en esto que escribo, ni prosa ni estilo marcado. No vais a encontrar muchas dobleces, ni epítetos, ni metáforas, ni recursos lingüísticos sacados de la chistera. Sólo cariño, compresión, aliento y este hombro (el mío) que aun tan lejos se arrima estos dias si es necesario.

Son fechas, y vosotras y yo lo sabemos, que más de una vez deseamos poder saltarnos, pero ya veis, el calendario no entiende de estas cosas y ahí va, tachando semanas con cruces rojas sin que nosotros podamos hacer nada más que acompañarlo. Unas veces con más ánimo, otras veces con menos, y en ocasiones con ninguno. Yo no sé cómo van a ser estas navidades en mi casa. No obstante “rezo” porque no sean excesivamente tristes. Ni en la mía ni en la vuestra, que es lo que vengo a decir. Por supuesto que en falta les echaremos, muchísimo. Nos vendrán mil recuerdos y añoranzas a la cabeza. Es posible que acudan lágrimas a nuestras retinas al ver viejas fotos y al sentarnos a la mesa. Estaremos para pocos cuentos y cabalgatas. No haremos cartas, porque lo que queremos pedir brilla ahora junto a la Estrella de Oriente. Será difícil encontrar consuelo (arropaos mucho mutuamente, no hace falta que lo diga. Es lo mejor, o quizá lo único, que se puede hacer. Yo lo hago con la gente que quiero; y aunque a veces de forma débil, una sonrisa sí que se arranca). Seguro que tenéis a alguien cerca que está dispuesto a levantar la vuestra, por difícil que sea. Pensad en todo lo que queda, en que –en serio- merece la pena seguir hacia delante, que las heridas poco a poco van desentendiéndose de fiestas y fechas señaladas. Que lo amargo de la memoria va macerando despacito hasta tornar en un “te echo tanto de menos” de otra forma, de esa en la que se piensa más con cariño que con tormento.

Con el corazón os digo que la mejor retina no la tenemos en la cara. La indeleble está bajo el pecho, y esa nunca queda ciega. Ni al recuerdo, ni a lo amado, y ni mucho menos al paso del tiempo.

También, que de todo lo bueno tengáis siempre un montón. Que os lo merecéis a raudales, porque ella y él (M. y F.) eran estrellas, pero hay estelas igual de especiales y brillos igual de mágicos. Y las vuestra han de surcar incontables noches y cielos con mucha luz todavía.

Y es que los farolillos de luz especial, que engalanan de oro fiesta el verde de las ramas. Las burbujas más vivas dentro de las copas de champagne y las más exquisitas viandas. Los mejores regalos bajo el árbol. Las mejores voces cantando villancicos…

Siempre estarán ahí, con nosotros, resonando en nuestra cabeza con un enorme, sonoro y amoroso: Oh, oh, oh!!!

Y acaba esto como empezó.

Sé que será duro. Muy duro. Y lo mismo no tengo derecho a escribir estas líneas, pero vaya por delante, en ese caso, que la intención con la que le estoy dando a las teclas es la mejor que tengo.

Desde aquí y como mejor y buenamente puedo: Saludos, besos, cariño, afecto y ánimos. Todo ello en cantidad, aunque mis letras hayan sido breves. Mi mejor regalo, el de desearos felicidad, hacerlo vuestro.

Del que firma, por una vez sin alias.

Fernando.

8 comments:

La puta que no te parió said...

¿Puedo preguntar, puedo preguntar?

Beeeeeeeeeeeeeeeeeso

Anonymous said...

Las ausencia de los que ya no están hacen de estas fechas días difíceles. Ha sido toda una vida celebrándolo con ellos. Hay tantos momentos que recordar, es tan duro, que yo que ya no tengo a mis padres ni a varios familiares muy muy cercanos se me hace una cuesta arriba que sobrellevar importante. Tengo una hija de 14 años a la que no puedo ni debo contagiar mi sentimiento, hacérselo pasar mal, todo lo contrario, tiene que ser felíz como lo fuí yo en mi infancia con toda la alegría que se vivia en mi casa estás fechas, siempre eramos 20 a la mesa y la juerga estaba asegurada.
Vaya para esas dos personas mi cariño y para todas las personas que sientan el tremendo peso de la Navidad. Para ti Fernando, mi cariño, mi aprecio y mi amistad.
Un beso
Esperanza

Eritia said...

Un abrazo especial, sin más palabras,
a ti "mi" gato más querido, los tuyos,
y a los amigos compartidos en este íntimo espacio que ofrece tu casa en el aire.

Alunizado said...

Iba a decir algo,pero me he dado cuenta de que lo que iba a decir es más o menos lo que habeis leido en la entrada.Puede que con otras palabras,pero el fondo es lo mismo.

Así que besos,y un abrazo al amigo y gran Persio.Sincero todo.

Bufff,aunque me paso por vuestros blogs hace mucho que no comento nada.En cuanto se me pase este no sé qué,dejo firma en vuestras casas.

Lo dicho,beeeeesos.

Bio:¿El qué,el qué? :D

MaLena Ezcurra said...

Los ojos no estan en la retina.

Sin imagen, sin rima, te abrazo como siempre.


:*

Anonymous said...

Tú no te preocupes que nosotros venimos igual a verte y a dejarte nuestros cariñines.
El post de hoy es fuerte mi niño, muy fuerte, pero como siempre, original y bien escrito.
Besotes guapo

Alunizado said...

Malena:Un abrazo igual para ti.No están en la retina no,tú entiendes de eso :)

:**.

Calma:Son bien recibidos,y yo me paso esta semana por vuestros blogs.Palabra.

Gracias y besos ;)

Anonymous said...

Hay 1.559.938.910 de estrellas que están apagadas ahora mismo, pero pueden encenderse en los próximos 30 minutos, vale la pena esperar el tiempo que sea por ello...