Thursday, August 10, 2006

A él (mi padre),que zarpó.

Hoy, a este velero de palabras, le azota el peor huracán. El de la ausencia, el de la pérdida, el de ver sin ver, el del latido perdido.

Hoy, éste cada vez más desgastado corazón, rema entre el centeno que deja el vacío de su presencia intentando apartarlo a un lado, sin conseguirlo.

Hoy, este bucanero, no surca más aguas que las de la sal que sale de unos ojos que sangran por no poder subir a bordo a su patrón.

Hoy, este catalejo, no atisba otra isla en el horizonte que esa en la que no podrá volver a pedir consejo, haga caso después o no.

Hoy, este timón que viró en cada reproche, se atasca cada vez que ahora lo hace bien, cada vez que lo hace mal, cada vez que él no lo puede ver girar.

Hoy, estas anclas encalladas por no cumplir las expectativas, se oxidan por cada oportunidad en la que no levaron a tiempo.

Hoy, estos cañones que disparan al cielo con furia, truenan de deseo de haber podido hacer algo más que ver un amarre de velas que se consumieron.

Hoy, este puerto lleno de putas y ron, no piensa en recibir otras botas mojadas que las de aquel que no podrá salir más a navegar.

Hoy, este busca tesoros que, con él, todo encontró, no consigue tirar a la mar el lastre de haber llegado tarde a ver izar la negra bandera en su despedida, por estar en otro océano, en otra tempestad, que poco después izaría otra bandera negra, la de su bucanera, en vida.

Hoy, este parche que tapa lo que no puede esconder, ve nubarrones que amenazan con hundir esta cáscara de nuez, que a duras penas flota.

Hoy, este loro parlanchín, enmudece y muere por esas palabras que él le enseñó con hechos, y que ya se arriesga a decir cuando las siente de verdad

Hoy, que hace poco más de un año que el Trópico de Cáncer engulló el más valioso de los navíos, este grumete mayor se ahoga en el turbio torbellino del “por qué”, el “te extraño”, el “te he perdido”…

Hoy, este hijo que mañana saldrá a navegar otra vez sin él, recuerda una pregunta y una respuesta que se grabaron a fuego en el estandarte de su memoria, que empuñan su espada cuando recuerda aquel acto de valentía, que curan las heridas que le procuran otros aceros:

¿Qué haremos sin ti? Mi capitán. (Pregunté)

Vivir. (Respondió)

Hoy, que me enseñó a no tener miedo para alcanzar la felicidad, a arriesgar lo que haga falta para conseguirla. A darlo todo por quien me haga sentir como me gusta sentir, sin reservas y “palante que conseguirlo lo vale”. Hoy que no ve lo que siento, lo que hago, lo que dudo, lo que suspiro, lo que sueño, lo que duele…

Hoy es uno de esos dias, y más solo que la luna, me rompo y lloro.

Mañana el viento dirá, como siempre lo hace con todos.

8 comments:

MaLena Ezcurra said...

Lloremos juntos.

Hoy mas sola que la luna, me rompo y lloro con vos.

Sana...sana.

Alunizado said...

Solo una persona,con cada cosa que hace, dice,calla...fue capaz de animarme ayer.Ella lo sabe.

A veces tengo estos dias.Malena,gracias por tu aliento desde tu tejado porteño.

Besos.

Maik Pimienta said...

Amigo, casualidades de la vida, ve a mi casa. Al bucanero de mi navío se lo llevo tener demasiado corazón, hace ya, dentro de muy poquitos días, quien lo diría, 10 años.

Eritia said...

Aún sabiendo que llego tarde, no puedo dejar de estar...
Un abrazo, gato querido y tan próximo al corazón, cada noche te busco en la luna.
En esos días grises, con bruma que
empaña el corazón, estamos inevitablemente solos.
Pero hoy, que es otro día, estoy contigo.
Un abrazo que abraza.

La puta que no te parió said...

La tierra podrá estar separada...
Los mares nunca.
Volverán esos barcos a surcar las mismas aguas, las reconocerá por el sabor, sus lágrimas son la muestra.
Un gran, gran, gran abrazo!

Alunizado said...

Maik:Casualidades de la vida.Ya te lo dije en tu casa,pero repito:A ambos, la mejor de las travesías.

Un abrazo!!!

Eritia:Nunca es tarde y siempre eres esperada aquí.Gracias por estar conmigo,hoy y tantos otros dias.

Un beso que besa.

Biosofia:Gracias y más gracias.Ya te digo,conseguiste lo que deseaste.Otra vez gracias por esas palabras tan inesperadas como afectuosas.

Un besazo.

Anonymous said...

La piel de gallina se me acaba de poner al leer tu relato. Mi padre también se fué hace 9 años.
Sólo te diré que fue el amor de mi vida. Y no sigo porque no puedo.
En mi libro tengo un artículo que le dediqué, por si te apetece leerlo.
Un beso compartiendo...

Alunizado said...

Pasaré a leerlo.¿Sabes?Esta entrada intenté hacerla hace tiempo,pero me pasó lo mismo,no pude.La herida va cicatrizando,pero taaan despacio...

Un beso compartiendo.